La ciudad de Baltimore (EE.UU.) comenzó a respirar tranquila tras el anuncio hoy de que la Fiscalía imputará a seis policías por la muerte del joven negro Freddie Gray en custodia policial, que provocó graves disturbios y protestas.

En una rueda de prensa, la fiscal estatal por la ciudad de Baltimore, Marilyn Mosby, detalló que considera la muerte de Gray un homicidio, provocado por malas prácticas durante una detención "ilegal".

Por ello, el Ministerio Público va a presentar cargos de asesinato en segundo grado contra uno de los agentes de policía, mientras que el resto deberá responder por delitos que van desde homicidio involuntario a asalto, detención ilegal e incumplimiento del deber.

Mosby, que ha dirigido una investigación independiente y examinado las conclusiones de la propia Policía de Baltimore, dijo que la detención de Gray, de 25 años, no estaba justificada y básicamente se debió a que el joven negro hizo contacto ocular con un grupo de agentes y salió huyendo.

Pese a no existir razones que permitieran un arresto, Gray fue esposado de pies y manos e introducido en una furgoneta policial sin cinturón de seguridad, para ser trasladado a la comisaría, a donde llegó en parada cardiorrespiratoria.

El cargo más serio, el de asesinato en segundo grado y que puede acarrear una pena de 30 años de cárcel, será presentado contra el agente Caesar Goodson, quien conducía la furgoneta policial.

Esto podría deberse a que Gray fue sometido a la práctica conocida como el "paseo del cowboy", en el que los detenidos son trasladados, sin cinturón de seguridad en la celda metálica del vehículo entre frenazos y giros bruscos para que resulten golpeados.

Gray sufrió una lesión de columna grave que le provocó la muerte una semana después de su arresto el 12 de abril, aunque aún no han sido detalladas las causas de su lesión.

Además, el joven negro solicitó ayuda médica en varias ocasiones, pero se le negaron los primeros auxilios.

Mosby, "haré justicia en su nombre"

"He escuchado los llamamientos (de los manifestantes) de que sin justicia no habrá paz... buscaré justicia en su nombre", aseguró Mosby, afroamericana de 35 años e hija de un policía, que hizo historia como la fiscal más joven de una gran ciudad estadounidense.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo hoy que es "vital" que se conozca la verdad sobre la muerte de Gray, pero también pidió que se respete el debido proceso y la presunción de inocencia de los agentes de policía.

La alcaldesa de Baltimore, la también afroamericana Stephanie Rawlings-Blake, anunció poco después que cinco de los agentes de policía ya están detenidos.

"Nadie está por encima de la ley, la Justicia se debe aplicar a todos", aseguró Rawlings-Blake, que ha sido criticada por los manifestantes, pero que hoy prometió cambiar la cultura en el Departamento de Policía de la ciudad.

El sindicato de policías quiere que la Fiscalía de Baltimore se inhiba y nombre un "fiscal especial" para el caso que garantice la independencia en el proceso, ya que los agentes siguieron las directrices marcadas por las autoridades de la ciudad.

Probablemente, los abogados defensores de los policías pedirán que el juicio se celebre fuera de Baltimore para garantizar un trato imparcial por parte del jurado.

Al conocerse la sorpresiva decisión de imputar a los seis agentes (Goodson, William Porter, Brian Rice, Edward Nero, Garrett Miller y Alicia White), que ya habían sido suspendidos mientras se investigaba el suceso, los ciudadanos de Baltimore salieron a la calle para celebrar la decisión judicial.

Los conductores hacía sonar sus claxon, mientras que vehículos blindados de la Guardia Nacional tomaban posiciones para garantizar que las manifestaciones improvisadas se realizan de manera pacífica.

Durante toda la semana, miles de manifestantes, tanto en Baltimore como en otras ciudades del país, han exigido justicia por la muerte de Gray y que se cambien las leyes y políticas que protegen a los agentes implicados en prácticas abusivas.

Asimismo, exigen una mejora de las políticas sociales que eviten la profunda exclusión social que sufren los barrios pobres de mayoría negra, olvidados por las autoridades y acosados por el desempleo, la falta de educación de calidad y la delincuencia.