El Gobierno británico aprobó este jueves la moción que este viernes será sometida a votación en el Parlamento para que el Reino Unido se sume a una intervención militar en Irak que considera sustentada por una "clara base legal".

El primer ministro, David Cameron, se reunió con su gabinete para acordar un texto que subraya que el Reino Unido se unirá a los bombardeos después de que el Ejecutivo iraquí haya reclamado ayuda internacional para hacer frente al avance de los yihadistas del Estado Isámico (EI).

La petición que el primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, trasladó a Cameron durante la Asamblea de la ONU, confiere legitimidad, según argumenta el Gobierno británico, a una ofensiva militar que podría comenzar en los próximos días.

El viceprimer ministro británico, el liberaldemócrata Nick Clegg, ya ha avanzado que los diputados de su formación apoyarán la moción en la Cámara de los Comunes, mientras que el líder de la oposición laborista, Ed Miliband, ha dicho que está "abierto" a estudiar la propuesta siempre que no prevea ataques en Siria.

En ese sentido, el texto del Gobierno detalla que el Parlamento "no apoya ataques aéreos del Reino Unido a Siria" con la moción que se someterá a votación mañana.

Cameron espera recabar el apoyo de todos los partidos y evitar una situación similar a la de agosto de 2013, cuando los parlamentarios de Westminster paralizaron sus planes para iniciar un ataque contra el régimen sirio ante las sospechas de que Bachar al Asad utilizaba armamento químico.

El texto aprobado hoy resalta que el Estado Isámico (EI), "supone un claro riesgo para la integridad territorial de Irak", por lo que este país ha reclamado "apoyo militar a la comunidad internacional y, específicamente, al Reino Unido".

La propuesta que valorará mañana el Parlamento especifica además que el Reino Unido, que mantiene preparados varios aviones de combate en una base en Chipre desde hace semanas, no desplegará tropas de combate sobre el terreno en Irak.

El ministro de Defensa, Michael Fallon, advirtió por su parte que el Ejército británico afronta la ofensiva en Irak como una campaña "a largo plazo" que podría durar "dos o tres años".

Si el Parlamento aprueba la moción del Gobierno, se espera que el Reino Unido se una a una misión comandada por Estados Unidos en pocos días, según los medios británicos.

El presidente estadounidense, Barack Obama, inició a principios de agosto una ofensiva militar en Irak que ha dejado ya cerca de 190 ataques contra posiciones del EI, mientras que esta semana amplió esa operación a suelo sirio con la ayuda de cinco países árabes.

Cameron, que estuvo hasta ayer en Nueva York, aprovechó las reuniones bilaterales en la ONU para tratar de recabar el apoyo de Irán para combatir a los yihadistas y lograr que, al mismo tiempo, retire su apoyo al régimen sirio de Bachar al Asad.

Identificado el yihadista que decapitó a tres rehenes

Por otra parte, el director del Buró Federal de Investigación (FBI), James Comey, dijo hoy que creen haber identificado al yihadista que decapitó a dos estadounidenses y un británico en vídeos publicados por el Estado Islámico (EI).

No obstante, el FBI no va a revelar, por el momento, el nombre del individuo, que se cree es de origen británico.

La inteligencia estadounidense considera que este hombre fue responsable de la decapitación del periodista estadounidense James Foley, y podría ser el mismo que ejecutó al también reportero estadounidense Steven Sotloff y al cooperante británico David Haines.

El terrorista encargado de las tres ejecuciones amenaza en los vídeos a Estados Unidos y al presidente estadounidense, Barack Obama, con un marcado acento del sur de Londres.

La prensa británica lleva indicando, desde hace algún tiempo, que los servicios de inteligencia del Reino Unido investigan a Abdel Majed Abdel Bari, ciudadano británico de 24 años.

Abdel Bari era un rapero relativamente popular de la escena londinense conocido con el sobrenombre de L Jinny, antes de unirse al EI.

En las letras de sus canciones hace referencia al pasado islamista de su padre, Adel Abdul Bari, que está siendo juzgado por colaborar en los atentados contra las embajadas estadounidense en Kenia y Tanzania.

Tras desaparecer de la vida pública, el joven británico reapareció en la red social Twitter mostrando una foto de él con una cabeza decapitada en Siria.