Los aviones de la coalición internacional, liderada por EEUU, lanzaron hoy cincuenta ataques contra objetivos del grupo Estado Islámico (EI) en las provincias sirias de Al Raqa y Deir al Zur, donde causaron un número indeterminado de víctimas, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

En Al Raqa, la aviación internacional lanzó veinte bombardeos contra bases y puestos de control de la organización extremista en la ciudad del mismo nombre, su principal bastión en el territorio sirio, y en su periferia norte y oeste, así como en las localidades de Tel Abiad, Tabaqa y Ain Aisa.

Uno de los objetivos de los ataques fue la antigua sede del Gobierno provincial de Al Raqa, que el EI había convertido en uno de sus cuarteles más importantes.

En estos bombardeos, hubo varias víctimas, entre ellas extremistas, pese a que el EI evacuó sus bases la semana pasada ante la inminencia de la ofensiva estadounidense.

Mientras, en Deir al Zur, los aviones internacionales efectuaron veintidós ataques contra las bases del EI en la población de Al Bukamal, fronteriza con Irak, y sus alrededores, y lanzaron otros ocho en la periferia este de la ciudad de Deir al Zur.

El activista Mohamed al Jalif, de la opositora Red Sham, explicó a Efe por internet que los bombardeos en Al Bukamal alcanzaron la Escuela Industrial -una de las bases del EI en la zona- y varios silos y puestos de control de los yihadistas.

Según Al Jalif, hay un número indeterminado de muertos y heridos y los ataques han causado la destrucción de muchos edificios.

El Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH), por su parte, habla ya de decenas de combatientes 'yihadistas' han muerto o han resultado heridos a causa de los ataques.

El portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, contralmirante John Kirby, anunció anoche en un comunicado que su país y "naciones aliadas" habían iniciado la ofensiva de ataques aéreos contra el EI, con una combinación de cazas, bombarderos y misiles Tomahawk.

Fuentes oficiales citadas por The Washington Post y The New York Times precisaron que en la operación están involucrados cinco países árabes: Baréin, Jordania, Catar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.

Con el inicio de los ataques en Siria ya están en marcha todas las operaciones de la ofensiva contra el EI anunciadas por el presidente estadounidense, Barack Obama, en un solemne discurso a la nación el pasado 10 de septiembre.

El EI proclamó en junio un califato en el territorio sirio y el iraquí, donde ha tomado amplias zonas.

Una operación diferente

Obama insiste en que esta operación será diferente de esas contiendas porque en ningún caso implicará el despliegue de tropas de EEUU sobre el terreno, pero se enfrenta al escepticismo de quienes creen, incluso dentro del Pentágono, que es imposible vencer al EI sin combates en tierra.

Desde el anuncio de la ofensiva el 10 de septiembre, el Gobierno y el Congreso de Estados Unidos han ido dando pasos para materializar la estrategia dibujada por el presidente Obama.

El día 15, Estados Unidos lanzó el primer ataque contra el EI cerca de Bagdad en el marco de la ampliación de su ofensiva en Irak con el envío de 475 militares más, una cifra que completa un total de más de 1.600 desde el inicio de los ataques aéreos en ese país el pasado 8 de agosto.

Hasta entonces, la ofensiva estadounidense contra el EI en Irak se había limitado a posiciones de los yihadistas en el norte del país para proteger a su personal o por razones humanitarias.

Tres días después, el Congreso estadounidense autorizó el armamento de los rebeldes sirios que luchan contra el Estado Islámico, un "elemento clave" para Obama en su estrategia para frenar al grupo yihadista.

El Estado Islámico no solo ha ganado poder y terreno en los últimos meses, sino también visibilidad. Sus avances en Irak y las brutales decapitaciones televisadas de occidentales han conmocionado al mundo y presentado a este grupo como una amenaza más temible aún que Al Qaeda.

Estados Unidos continúa construyendo una coalición lo más amplia posible de países para vencer a los yihadistas porque una de las líneas rojas de Obama es que EEUU, a diferencia de lo ocurrido en los años de Bush, no actúe en solitario.

La otra línea roja es que no haya tropas de combate terrestres ni en Irak ni en Siria, por lo que el mandatario estadounidense insiste en que esta operación no será un nuevo Irak ni un nuevo Afganistán, guerras a las que prometió poner fin cuando asumió la Presidencia.