El Gobierno británico tiene previsto aprobar nuevas leyes para combatir el aumento del extremismo islámico en el país, mientras las autoridades continúan investigando la identidad del joven con acento británico responsable de la muerte del periodista estadounidense James Foley, publicado en Internet por el Estado Islámico.

La ministra del Interior británica, la conservadora Theresa May, ha explicado a través de un artículo en el 'Daily Telegraph' que estas nuevas medidas irán destinadas a combatir a los responsables de intentar radicalizar a otros, además de los grupos que incitan al terrorismo.

May ha afirmado que la amenaza a la que se enfrenta Reino Unido en el ámbito del extremismo islámico es muy grave, tanto en el interior del país como en el extranjero, por lo que ha indicado que su objetivo es reforzar el trabajo del organismo contra el extremismo creado a raíz de la muerte del soldado Lee Rigby el año pasado.

Además, la ministra ha defendido la creación de un programa preventivo, que formaría parte de la estrategia gubernamental antiterrorista y que tendría como objetivo combatir la radicalización en varios sectores, como la educación, la educación, la religión y el sistema judicial, según ha informado la cadena británica BBC.

Por otro lado, May ha explicado que desde el año 2010 las autoridades han prohibido a 150 extranjeros entrar en el país por motivos de 'odio religioso' y similares, además de combatir más duramente el extremismo a través de Internet, eliminando más de 28.000 elementos considerados material terrorista este año.