Las fuerzas de seguridad estadounidenses han detenido en la ciudad de Seattle a dos hombres acusados de planear un atentado contra un centro militar de alistamiento, ha informado este jueves el Departamento de Estado.

Se trata de Abu Jalid Abdul Latif, de 33 años y residente en Seattle, y Walli Mujahidh, de 32 y residente en la ciudad de Los Ángeles. Ambos están acusados formalmente de conspirar para matar a empleados públicos y oficiales de Estados Unidos y de conspirar para el uso de granadas y otras armas de fuego. De ser declarados culpables podrían pasar la vida en prisión.

Las autoridades relatan que el pasado mayo Abdul Latif pidió a un hombre que conocía desde hace años que se sumara a la trama y suministrase armas. Finalmente, el individuo alertó a la Policía y se convirtió en un confidente a sueldo del cuerpo de seguridad.

En el transcurso de las conversaciones entre ambos, Abdul Latif mencionó el tiroteo ocurrido hace dos años en Fort Hood, Texas. En aquella ocasión un mayor del Ejército mató a 13 personas. "Si una persona puede matar a tanta gente, tres atacantes podrían matar a mucha más", habría dicho el acusado de acuerdo con la versión del informante de la Policía.

Abdul Latif también argumentó que el atentado pretendía ser una venganza por los crímenes cometidos por soldados estadounidenses en Afganistán. El confidente hizo grabaciones de audio y vídeo durante sus encuentros con el sospechoso y llegó a suministrar armas que las fuerzas de seguridad habían dejado inoperativas. La agente especial del FBI en Seattle, Laura Laughlin, ha mencionado la valentía del confidente y el esfuerzo de multitud de agencias.

El objetivo del ataque iba a ser en un principio la base conjunta Lewis-McChord, dentro del estado de Washington, pero finalmente los dos hombres decidieron atentar contra un centro de selección y alistamiento militar al sur de la ciudad. Al parecer, pretendían causar únicamente bajas militares, y no civiles, y mostraban poca preocupación por fallecer ellos mismos en el transcurso de la operación.

"Abdul Latif explicó que, bajo su punto de vista, el asesinato de soldados estadounidenses era justificable", se lee en una declaración jurada. Tras su detención señaló que con sus acciones pretendía evitar que los soldados fueran a territorios islámicos y mataran a musulmanes. El juicio contra Abdul Latif y Mujahidh dará comienzo el 7 de julio.