La activista rusa pro Derechos Humanos Yelena Bonner, viuda del premio Nobel de la Paz Andrei Sajarov, ha muerto en su domicilio de Boston (Massachusetts, Estados Unidos) a los 88 años de edad tras una larga enfermedad, según informaron fuentes familiares y de ONG a la emisora rusa El Eco de Moscú.

Bonner fue uno de los miembros fundadores del Grupo Moscú Helsinki, una organización que vigilaba el cumplimiento de los derechos humanos en la Unión Soviética. Fue detenida en 1984 por cargos de agitación antisoviética, por los que fue expulsada a Gorki, pero finalmente recibió permiso para abandonar el país un año más tarde, con destino a Estados Unidos.

"Hasta que el partido Comunista no entregue de verdad toda su riqueza, hasta el último rublo, a la gente que se lo ha ganado el Estalinismo seguirá triunfando", declaró en 1991, dos años después de la muerte de Sajarov, científico nuclear disidente.

Bonner, proponente de la "soberanía del individuo, de la familia, del hogar, de cada grupo étnico y de cada estado", continuó con su activismo y con sus críticas al sistema político ruso. El año pasado fue una de los firmantes más destacados de una iniciativa en internet contra el primer ministro ruso, Vladimir Putin.

De acuerdo con su voluntad, los restos de Bonner serán incinerados y su urna depositada en el cementerio moscovita de Vostryakovo, junto a su marido, madre y hermano", según informó su hija, Tatiana Yankelevich en un comunicado.