El rey de Marruecos, Mohamed VI, ha anunciado este viernes por la noche en un mensaje a la nación los cambios introducidos en la nueva Constitución y que implican que el monarca -que ya no será "sagrado" sino "inviolable"- cederá parte de sus competencias al primer ministro, que tendrá la nominación de presidente del Gobierno y saldrá de un Parlamento con más poder.

Mohamed VI de Marruecos ha anunciado además que el referéndum sobre la nueva Constitución será el próximo 1 de julio. El monarca ha llamado a todos los ciudadanos a votar para aprobar la carta magna.

En su alocución, de 24 minutos de duración, el monarca ha repasado las principales novedades que introduce la reforma constitucional, centradas en el nuevo estatus que tendrá la figura del monarca en la carta magna y en la profundización de la separación de poderes.

Así, Mohamed VI anunció la creación de la figura del presidente del Gobierno, en lugar del actual primer ministro, que será por ley la cabeza de la lista más votada y que gozará de nuevas prerrogativas como la disolución de la Cámara de Representantes (cámara baja).

De igual forma, el presidente del Gobierno podrá presidir el Consejo de Ministros -algo que hasta ahora sólo podía hacer el monarca- siempre y cuando el rey delegue en él, y también designará a ministros y altos cargos de la administración.

Mohamed VI destacó, de igual forma, la división del artículo 19, sobre la persona del rey, en dos artículos claramente diferenciados: uno que le erige como Comandante de los Creyentes, es decir, el líder de la comunidad musulmana marroquí, y otro que consagra su estatus como "jefe del Estado" y como "árbitro supremo" que vela por la preservación de la democracia.

En su discurso, el monarca ha pedido a partidos y sindicatos, "que han participado con libertad y compromiso en la elaboración de este proyecto", que movilicen a sus bases "no solo para votar en el referéndum sino también para aplicar la nueva Constitución".

"Vuestro primer servidor responderá a su deber nacional y votará 'sí' a la Constitución", señaló Mohamed VI en su alocución.

Competencias religiosas y políticas

El artículo 19 de la Constitución, considerado el garante de los poderes monárquicos, ha dividido los papeles del rey entre competencias religiosas y políticas.

En la primera parte de este artículo el soberano figura como "Comandante de los Creyentes y supervisor de la libertad religiosa", mientras que en la segunda parte se le designa como "protector de la opción democrática y árbitro entre las instituciones del Estado".

En otra novedad relevante de la nueva carta magna, el primer ministro se convertirá en "un verdadero presidente del Gobierno" con competencias "muy amplias", según la fuente.

Mujariq explicó que "el primer ministro tendrá la posibilidad de nombrar a los secretarios generales de los ministerios, los directores de las instituciones públicas y los gobernadores civiles" que representan al Estado en las diferentes regiones del país.

En la Constitución actual de Marruecos establecida en el año 1996 todas estas competencias habían sido atribuidas al monarca.

Respecto al Parlamento, la Cámara de Representantes (cámara baja) conseguirá un mayor poder legislativo, mientras que la Cámara de Consejeros (cámara alta) mantendrá su naturaleza como institución de representación de sindicatos y comunidades territoriales.

En un primer borrador de la constitución, se había previsto que la cámara alta se convirtiese en un consejo de representación territorial, pero finalmente, debido a la presión sindical, mantendrá su actual estatus.

La nueva Carta Magna, compuesta de un preámbulo y 180 artículos -frente a los 108 que tenía hasta ahora-, reconoce también al "amazigh" (bereber) como idioma oficial junto al árabe y destaca la diversidad de la identidad marroquí que incluye también "el componente hebreo", recuerda la fuente.

Las convenciones y tratados internacionales aprobados por Rabat estarán por encima de la legislación nacional, según el borrador de la nueva Constitución, que consagra que "Marruecos es un Estado musulmán y el Estado garantiza la libertad religiosa".

Los islamistas habían reclamado en los últimos días la declaración de Marruecos como un Estado musulmán, algo que finalmente figurará en el texto, si bien no han conseguido impedir la inclusión del "amazigh" como lengua oficial.

Además, ocho nuevas instituciones han quedado incluidas en la nueva Carta Magna, entre ellas el Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Instancia Central marroquí de Prevención de la Corrupción (ICPC) y el Consejo Superior de Ulemas (ASU, altos cargos del Islam) de Marruecos.