Con los graves incidentes ocurridos en los tres últimos días, Egipto se suma a la oleada de protestas en el norte de África, que comenzó en Túnez el 17 de diciembre de 2010 y que supuso la caída del presidente tunecino, Zine el Abidine Ben Ali.
Además de Egipto y Túnez, otros países árabes, como Argelia, Jordania y Yemen, están viviendo jornadas convulsas en las que la población se ha lanzado a la calle para pedir reformas amplias, cuando no el fin de los regímenes políticos imperantes, que en el caso egipcio personifica el presidente Hosni Mubarak, en el poder desde 1981.