El presidente de EEUU, Barack Obama, instó hoy a su país, en su discurso sobre el Estado de la Unión, a "ganar el futuro" con medidas como una congelación de los gastos presupuestarios no obligatorios o inversiones en energías limpias.

Ante unas elecciones de 2012 en el horizonte y unas encuestas que apuntan que la creación de empleo es la principal preocupación de los estadounidenses, Obama se centró mayoritariamente en la economía en una alocución ante ambas cámaras del Congreso que duró cerca de setenta minutos.

El discurso comenzó en un tono sombrío, bajo el recuerdo del tiroteo de Tucson el día 8, en el que murieron seis personas y catorce quedaron heridas, entre ellas la congresista Gabrielle Giffords, cuyo escaño permanecía vacío.

Obama comenzó su discurso con una alusión al tiroteo, para lanzar de inmediato una llamada a la concordia entre los partidos y los ciudadanos.

"O avanzamos juntos o no avanzaremos", instó el presidente estadounidense, quien recordó que desde este mes la oposición republicana controla la Cámara Baja. "Ahora, gobernar será una responsabilidad compartida", apuntó.

Así, propuso una reforma del Código Fiscal para evitar evasiones y planteó prorrogar dos años más, hasta un total de cinco, la congelación ya existente de los gastos no obligatorios del presupuesto, con excepción de la Defensa. Con ello aspira a ahorrar 400.000 millones de dólares.

Pero al tiempo que proponía recortes fiscales, insistía en la necesidad de continuar las inversiones en educación, infraestructuras e innovación para mantener el liderazgo del país y generar empleo.

"El mundo ha cambiado y, para muchos, el cambio ha sido doloroso", señaló. "Las reglas han cambiado. En una generación, las revoluciones tecnológicas han cambiado el modo en que vivimos, trabajamos y comerciamos", señaló.

Aunque brevemente, abordó también la política exterior, donde expresó su apoyo al levantamiento en Túnez y aseguró que la red Al Qaeda se encuentra más perseguida que nunca en Pakistán. Anunció igualmente un viaje a Brasil, Chile y El Salvador en marzo.

El presidente estadounidense también lanzó un llamamiento a los partidos a colaborar para sacar adelante la reforma migratoria, algo que le parece que contribuirá a mejorar la economía del país.