La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, ha explicado este sábado que el Gobierno trabaja ya con otros países de la UE para preparar vuelos para una "eventual" evacuación de los ciudadanos europeos que se encuentran en Túnez sin poder salir del país.

"Estamos coordinando con la UE por si eventualmente fuera necesaria una evacuación, estar preparados", ha afirmado Jiménez en declaraciones a los medios de comunicación desde Moscú, donde se encuentra de visita oficial.

Este mismo viernes, Jiménez aseguraba que el millar de españoles que se encuentra en Túnez está "localizado y bien", sin riesgo alguno por el momento que haga necesaria su evacuación.

Sin embargo, en el aeropuerto de Túnez-Cartago hay unos 200 españoles que temen tener que pasar allí la noche, ya que los vuelos programados no están confirmados y tampoco pueden salir del recinto por el toque de queda decretado por las autoridades tunecinas.

"Prácticamente nos han confirmado que vamos a pasar aquí la noche", explicó Francisco Torres Hernández, quien durante los últimos tres días ha formado parte del grupo de turistas españoles "acuartelados" en un hotel de la localidad de Hammamet durante los gravísimos disturbios que han sacudido el país y que han desembocado en la huída del ex presidente Zine al Abidine ben Alí.

Torres Hernández ha responsabilizado de su situación actual al touroperador. "Nos ha dejado tirados en el aeropuerto sin vuelo confirmado", aseguró en declaraciones a Europa Press.

De igual modo, Hernández reprochó que el cónsul español, según sus palabras, "no se ha puesto en contacto con los turistas desde su llegada al aeropuerto" y alertó de que durante su recorrido a las instalaciones aeroportuarias desde la localidad turística del norte del país, han vuelto a ser testigos de escenas de violencia y asaltos.

"Hemos visto a gente tirada en el suelo rodeada por la Policía y otros saqueando supermercados", aseguró Torres Hernández.

En total en el país magrebí habría unos 600 españoles residentes, además de unos 400 turistas que están en su mayoría en el litoral, donde la situación es más tranquila, según explicaba Jiménez ayer.