Cuatro policías han sido asesinados a tiros en Estados Unidos. Los agentes estaban en una cafetería cuando un hombre entró y les disparó a bocajarro. De momento hay una persona detenida por el suceso.

Como cada mañana, los cuatro agentes entraron en un bar para repasar en sus ordenadores el trabajo antes de comenzar su jornada laboral. Algo que nunca llegaron a hacer. Unos disparos acababan con la vida de tres hombres y una mujer.

Todo indica que fue una emboscada, un asesinato premeditado. En el exterior había coches policiales y las víctimas iban de uniforme, así que el robo queda descartado.

Por el momento se ha detenido a un sospechoso, una persona que localizaron oculta en una tienda cercana. No se sabe si es el asesino o quien le ayudó, porque los agentes están convencidos de que no actuó solo. Ahora es la propia policía la que ha puesto precio a la captura. Pagarán más de 6.500 euros a quien les dé la información con la que consigan su detención.