El ministro alemán de Trabajo y ex titular de Defensa, Franz-Josef Jung, ha anunciado su dimisión por el escándalo en torno a la ocultación de información sobre un bombardeo en Afganistán ordenado por tropas germanas y que causó hasta 142 víctimas mortales, muchas de ellas civiles.

"Asumió con ello la responsabilidad por la política informativa del ministerio de Defensa" cuando era su titular, dijo el cristianodemócrata Jung en una declaración personal realizada en su ministerio al día siguiente de estallar el escándalo que ha puesto seriamente en duda su credibilidad.

El portavoz del Gobierno, Ulrich Wilhlem, dijo ayer que la canciller, Angela Merkel, no le había exigido a Jung la dimisión pero que confiaba plenamente en que el ex responsable de Defensa "actuará con espíritu de transparencia".

Wilhlem hizo estas declaraciones después de que el nuevo ministro de Defensa, Karl Theodor zu Guttenberg, anunciase que le han sido ocultados más documentos relacionados con el polémico bombardeo en las cercanías de Kunduz ordenado por militares germanos y que causó al menos 142 víctimas, muchas de ellas civiles.

El nuevo titular de Defensa, en el cargo desde hace un mes, señaló ante la prensa que le habían sido ocultados al menos nueve documentos e informes sobre el ataque, tras reunirse con la comisión de Defensa del Bundestag (Parlamento federal).

Informe comprometedor

El diario "Bild" sacó ayer a la luz la existencia de un informe que revelaba que los militares alemanes conocían desde un principio la existencia de víctimas civiles.

Jung, hasta hace un mes ministro de Defensa, ha reconocido que envió a la OTAN, sin leerlo ni entregar copia al parlamento, un informe de las tropas alemanas redactado inmediatamente después del bombardeo.

En la operación militar un caza estadounidense bombardeó por orden de un mando alemán dos camiones cisterna llenos de combustible que habían varado en el curso del río Kunduz tras ser secuestrados por insurgentes talibanes.