El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró ayer que la comunidad internacional tiene de nuevo "una gran responsabilidad": avanzar en el proceso de paz en Oriente Medio para contar "en un tiempo razonable con un Estado palestino y con un Israel seguro".

Zapatero hizo esta declaración en El Cairo en la sede de la Liga Árabe, cuyo secretario general Amro Musa, agradeció la "equilibrada política" de España y elogió el "importante" papel que desempeña en el Mediterráneo.

El presidente del Gobierno español ratificó estas "intensas y profundas" relaciones históricas de España con los países árabes y con la Liga, que siempre ha sido "un protagonista constructivo en favor de ese entendimiento".

"Hoy, una vez más, tenemos ante nosotros una gran responsabilidad: dar pasos positivos en favor de una nueva etapa en el proceso de paz entre Israel y Palestina para que veamos en un tiempo razonable un Estado palestino, para y el fin de los enfrentamientos, para que veamos un Israel seguro", manifestó.

Cuando falta poco más de un mes para que España asuma la Presidencia semestral de la Unión Europea (UE), Zapatero reiteró su compromiso de trabajar "como España y como UE" con el mundo árabe en favor de la paz, algo que es para Europa un objetivo y una obligación.

Musa respaldó ese empeño e instó a España a liderar una "diplomacia activa" durante el semestre en favor del "derecho de los pueblos" y de una política "equilibrada, que defienda los intereses de todos".

En opinión de Zapatero, la Liga Árabe desempeña un papel determinante y su iniciativa en favor de la paz supone "una base sustancial" para avanzar en ese proceso.

Agradeció también el apoyo de la Liga a la Alianza de Civilizaciones, "un proyecto muy querido por el Gobierno de España y que sigue cosechando apoyos", según apuntó.

Musa no escatimó elogios para este iniciativa lanzada por España y Turquía hace ya cinco años frente "al choque de civilizaciones".

A su juicio, se trata una de los proyectos "más importantes" que hay en la actualidad y es "base angular" de la convivencia entre civilizaciones. Zapatero aprovechó la ocasión también para abogar por la "máxima integración y cohesión" del mundo árabe.