Otros once cadáveres fueron recuperados de una segunda fosa común en el sur de Filipinas, lo que eleva a 22 los descubiertos ayer y sitúa la cifra provisional en 46 víctimas mortales en la matanza ocurrida el pasado lunes en una disputa de clanes. Según fuentes policiales, ambos hoyos están localizados en un área de la provincia de Maguindanao cerca del mismo lugar donde el lunes aparecieron los cuerpos sin vida de otras 24 personas, según el jefe de la Policía regional, superintendente Josefino Cataluña.

Previamente, el director del cuerpo nacional, general Jesús Verzosa, indicó que temía que el número de asesinados continuara aumentando pues tenían que verificar otra fosa en la zona. Una excavadora aparcada cerca de la primera fosa tenía impreso el sello del gobernador, Andal Ampatuan, acusado de haber ordenado la matanza de la víspera para intimidar a su rival Ismail Mangudadatu.

El lunes por la mañana, cien hombres armados secuestraron a entre 40 y 50 civiles de una caravana electoral que iba a presentar la candidatura a gobernador provincial de Mangudadatu, quien le quiere disputar el puesto a Ampatuan, un poderoso 'datu' o jefe tribal musulmán temido en todo el sur de la isla de Mindanao. Entre las víctimas mortales del secuestro se encuentra la mujer y las hermanas de Mangudadatu.