El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su colega chino, Hu Jintao, subrayaron ayer su compromiso a aumentar su cooperación, si bien quedaron de manifiesto diferencias significativas en aspectos claves como los derechos humanos o la economía. Ambos mandatarios se reunieron por espacio de dos horas en Pekín para tratar una amplia agenda con asuntos como la economía, la lucha contra el cambio climático, los derechos humanos o la no proliferación nuclear.

En una comparecencia conjunta ante los medios de comunicación, Obama y Hu se deshicieron en elogios sobre su relación, que "nunca ha sido más importante" ni más esencial para resolver los problemas globales, en palabras del estadounidense. En lo que respecta al cambio climático ambos resaltaron su compromiso para lograr el éxito de la reunión de Copenhague el mes próximo contra el calentamiento global.

Como los dos principales productores y consumidores de energía, y principales emisores de gases contaminantes, aseguró Obama, los dos países apoyan un acuerdo que tenga "un efecto operacional inmediato" y que, como ha propuesto el primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, aborde todos los aspectos del problema.

Hu afirmó que tanto su país como EEUU se encuentran de acuerdo en ampliar el diálogo sobre medio ambiente y energía. Según explicó el mandatario chino, ambos países buscarán el éxito de la cumbre de Copenhague sobre cambio climático de acuerdo con las "responsabilidades" y "capacidades" de cada nación.

Obama y Hu anunciaron también una serie de acuerdos de cooperación sobre medio ambiente y energía, que incluirá la creación de un centro conjunto para la investigación en energías limpias.

Los dos mandatarios abordaron también la no proliferación y los programas nucleares de Corea del Norte e Irán. En este sentido, exhortaron a Pyongyang a volver "en cuanto sea posible" a la mesa de negociaciones a seis bandas sobre su programa atómico.

En cuanto a Irán, el presidente estadounidense advirtió a la República Popular de "consecuencias" si no demuestra que su programa nuclear tiene fines pacíficos.

Hu, por el contrario, afirmó que ambas partes se encuentran de acuerdo en resolver la cuestión "mediante el diálogo".

Una de las prioridades del líder estadounidense en esta visita era persuadir a su colega chino, después de haber obtenido aparentemente el respaldo del ruso Dmitri Medvédev, de respaldar la posibilidad de sanciones si Irán continúa sin responder a las ofertas internacionales.

Obama también planteó al mandatario chino la cuestión de los derechos humanos y aseguró, como había expresado en un foro con estudiantes en Shanghai el lunes, que "los derechos universales deben estar disponibles para todos los seres humanos y todas las minorías".

El presidente estadounidense también instó a China a retomar el diálogo con los representantes del Dalai Lama tan pronto como sea posible.

Respaldó igualmente la política tradicional de su país hacia China y Taiwán, de "una sola China".

La economía representó buena parte de la conversación de dos horas que mantuvieron ambos mandatarios.

Hu Jintao aseguró que tanto su país como EEUU deben rechazar el proteccionismo "en todas sus formas", en una alusión a la imposición de aranceles a los neumáticos chinos por parte de Washington desde septiembre.

Acerca de la cotización del yuan, que EEUU quiere que China flexibilice, Obama expresó su satisfacción por el "compromiso de China de hacer la cotización de su divisa más orientada a los mercados gradualmente", algo que consideró que contribuirá a hacer más "equilibrada" la economía mundial.

Tras la reunión, y una visita de Obama a la Ciudad Prohibida pequinesa, ambos líderes volvieron a verse anoche en una cena de Estado, antes de que el estadounidense parta hoy hacia Corea del Sur.