La reunión entre el presidente chino, Hu Jintao, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, es vista por los analistas políticos del gigante asiático con optimismo, pero también con gran prudencia debido a las grandes diferencias que enfrentan a las dos potencias.

En la agenda de la primera visita de Obama a China y en la que será su tercera reunión bilateral con Hu, se espera que ambos líderes estrechen sus relaciones bilaterales y aborden temas como la crisis económica, el cambio climático, los intercambios militares o el proteccionismo comercial.

Pero, los analistas recuerdan que además de las desavenencias en esos asuntos existen otras fricciones que complican las relaciones de los países que "determinarán el siglo XXI".

¿Por qué si EEUU quiere mantener buenas relaciones con China continúa vendiendo armas a Taiwán? ¿Por qué su Departamento de Estrategia de Nacional de Inteligencia calificó a China como una de las principales amenazas militares, de espionaje y cibernéticas?, se preguntan los expertos.

"En estos momentos China y EEUU se necesitan el uno al otro, pero arrastran problemas que, a pesar de no ser condición necesaria para el desarrollo de las relaciones, impiden una evolución hacia adelante", explicó a Efe Wang Yusheng, antiguo alto cargo chino del Foro Económico Asia-Pacífico (APEC).

Según Wang, "el diálogo entre ambas potencias se ha fortalecido. Nos encontramos ante una nueva etapa, pero si EEUU quiere lograr un mayor desarrollo en las relaciones debe abandonar el pensamiento de la Guerra Fría, ya que muchas cosas han cambiado. China ya no es la que fue y Washington necesita nuevos socios, y sabe que no puede funcionar de forma unilateral".

Cooperación militar

Además, EEUU quiere mejorar la cooperación militar con China y pide a ésta garantías de que no es una amenaza pero "debe dejar de reprocharnos la falta de transparencia. El objetivo del Ejército chino está claro: seguridad, soberanía y estrategia, pero y ¿el suyo? ¿tienen ellos transparencia en la región asiática?", subrayó.

Según el analista, a pesar de que el sentimiento es de optimismo, todavía no hay una confianza mutua y esto debe ser superado. Ambas partes tienen que buscar un punto común, dejar a un lado las divergencias y respetarse para lograr intercambios amistosos.

Por otra parte, Zang Guoqing, investigador del Instituto de Estudios Americanos de la Academia de Ciencias Sociales de China, dijo a Efe que "el conflicto es inevitable, pero no terrible. Sólo hay que saber sortearlo".

Para Zang, la política de Obama es flexible y esto preocupa a Pekín por eventuales medidas sorpresivas como la imposición de aranceles a los tubos de acero o a los neumáticos.

"A pesar de que una buena evolución de las relaciones bilaterales favorecería a la estabilidad económica mundial, Obama debe tener cuidado en no dejar que asuntos pequeños perjudiquen la situación global. Esto sería un error", apuntó.