El Gobierno de facto de Honduras presidido por Roberto Micheletti dijo ayer que espera que las presiones internacionales aflojen tras la firma de un acuerdo para solucionar la crisis política del país que incluye que el Parlamento decida si se restituye o no al gobernante depuesto, Manuel Zelaya.

"Hoy -por ayer- han sido avisados todos lo países cooperantes que Honduras ha negociado en la mesa del diálogo la salida a la crisis y que, por consiguiente, están superados los inconvenientes que existían para haber suspendido la ayuda internacional", dijo en una rueda de prensa el jefe de la comisión negociadora de Micheletti, Armando Aguilar.

"De igual manera, la firma del acuerdo levanta todas las restricciones que hasta ahora ha habido con relación a los organismos de crédito internacional", afirmó.

Aguilar mencionó que hay algunas señales de suavización de las presiones internacionales como que "ya comenzaron a abrirse consulados en Estados Unidos", cerrados como represalia contra el Gobierno de facto.

También que "la Organización de Estados Americanos (OEA) está tomando las provisiones del caso para mandar representantes como observadores del proceso".

El embajador estadounidense en Tegucigalpa, Hugo Llorens, anunció ayer que, dado el acuerdo, mañana se reanudará el trámite de visados para hondureños, que estaba suspendido desde hace más de dos meses también como represalia contra el Gobierno de Micheletti.

"En apoyo al reciente acuerdo alcanzado en la crisis política en Honduras (...) a partir del lunes 2 de noviembre de 2009, la sección consular reanuda sus servicios de visa de no inmigrante", dijo Llorens en un comunicado.