Las televisiones locales mostraron en directo a la Policía india desbordada por decenas de activistas que saltaron las vallas de la embajada, situada en un barrio pudiente de Nueva Delhi.

Los manifestantes que consiguieron entrar en el edificio llevaban las manos pintadas de rojo y corrían alborozados en el jardín de la embajada mostrando pancartas y con cintas amarillas en la cabeza.

Algunos de ellos presentaban heridas en la frente y sangraban, aunque los agentes no pudieron evitar que muchos de ellos penetraran en el complejo donde se encuentra la embajada china.

Las protestas pro tibetanas en la India, que se iniciaron en la localidad septentrional de Dharamshala, se han extendido al noreste del país y a Nueva Delhi.

Decenas de activistas que se manifestaban durante los últimos días ante la embajada china han sido detenidos.