El arzobispo fue secuestrado el pasado 29 de febrero en el barrio de Al Nur, en esa misma ciudad, en un asalto que costó la vida al conductor del vehículo en el que viajaba y a sus dos guardaespaldas.

Según las fuentes, unos desconocidos telefonearon a la sede de la Iglesia Caldea ayer miércoles y comunicaron que "el arzobispo secuestrado estaba muerto y enterrado en un lugar del oeste de la ciudad".

"Una fuerza conjunta de la policía y el ejército fue creada de inmediato, se dirigió al lugar y comenzaron su búsqueda hasta que lo encontraron, muerto y enterrado", dijeron las fuentes.

"Tenía varios balazos en la cabeza", añadieron.

La Iglesia Caldea la constituyen la mayoría de los cristianos iraquíes, que son casi 600.000. La sede del Patriarcado está en Bagdad, donde vive la comunidad más numerosa de estos católicos de rito oriental, unos 350.000.