El mencionado ministerio y la Administración de Tierras de Israel sacaron a concurso la construcción de viviendas en dicho asentamiento en 1999, pero las obras se paralizaron a finales de 2000, poco después del comienzo de la Segunda Intifada palestina, informan medios de comunicación locales.

La demanda de viviendas en la zona, junto con la relativa situación de calma en la región, condujo a las empresas constructoras a desarrollar proyectos en el enclave y solicitaron al Ministerio de Vivienda que permitiera que se reanudaran las obras.

La radio pública israelí informó de que el partido religioso sefardí Shas, miembro del Ejecutivo de Ehud Olmert, ha amenazado con abandonar la coalición de gobierno si no se aprobaba la construcción en esa colonia, próxima a Jerusalén.

Tras la polémica surgida después de que se conociera que el Gobierno israelí aprobó la construcción de centenares de viviendas en el asentamiento de Har Homá, en Jerusalén Este, Olmert solicitó a todos los miembros de su Ejecutivo que le informaran de los planes de construcción en asentamientos, que Israel considera barrios de la Ciudad Santa.

El titular de Vivienda israelí, Zeev Boim, manifestó hoy que la construcción de "centenares de unidades de vivienda forma parte de la política destinada a atender a la demanda existente y mantener así el nivel de precios al tiempo que se responde a las necesidades demográficas de Jerusalén".

La paralización de la expansión y construcción de nuevos asentamientos en Cisjordania es una de las demandas principales de los palestinos, contenida en la "Hoja de Ruta", y su incumplimiento supone un serio obstáculo para la creación de un futuro Estado palestino.