Según informaron a Efe fuentes policiales, el primer atentado mató a cinco policías y dejó heridas a otras 35 personas.

Previamente, las autoridades habían notificado la muerte de cuatro policías, así como 17 heridos, aunque ya advirtieron de que la cifra de víctimas podía aumentar.

Según las fuentes, el suicida condujo un vehículo cargado con explosivos contra la comisaría de policía de Wakas, en el centro de Mosul, y lo hizo explotar.

Cuando la multitud se había congregado en torno al lugar del atentado, un nuevo artefacto hizo explosión y mató a una persona e hirió a 14 junto a la casa de un alto cargo de la policía de la ciudad.

Las explosiones produjeron también importantes daños materiales sobre los edificios colindantes y un número indeterminado de vehículos en esta ciudad, capital de la provincia de Nínive y situada 400 kilómetros al norte de Bagdad.

Estos ataques se producen apenas unas horas después de que 54 personas muriesen ayer en un doble atentado en el barrio de Karrada, en el centro de Bagdad, en el que además resultaron heridas más de 120 personas.