Por ello, los jefes de la diplomacia de los 26 países que integran la Alianza Atlántica defenderán en una reunión informal en la sede de la OTAN en Bruselas "el mantenimiento de las fuerzas" de KFOR bajo el manto de la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU --que no entra en valoraciones de reconocimiento de Kosovo por parte de los aliados--, salvo que este organismo "diga lo contrario".

España, que estará representada por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, resaltará la importancia de que KFOR mantenga su "neutralidad", incluido el norte de mayoría serbia. De hecho, la OTAN "no tomaría posición en el caso de la partición" del territorio, ante la posibilidad de que Mitrovica reclame su independencia de Prístina, aunque sí intervendría para "cortar" la violencia física "venga de donde venga", reconocieron las fuentes.

A pesar de la "desafección" que ha producido en los países aliados la renuncia el pasado fin de semana de 700 policías serbios que se niegan a obedecer las órdenes de los mandos albanokosovares de la Policía multiétnica de Kosovo, los ministros de la Alianza Atlántica "tolerarán" su decisión porque KFOR "no toma partido" en este asunto, explicaron.

El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, "no quiere" que la OTAN se convierta en el "primer nivel" que sostenga la seguridad de Kosovo puesto que la primera responsable de ello, recalcaron las fuentes, es la policía kosovar. Por ello, es "muy probable" que la ONU mantenga sus efectivos en el norte más allá del plazo de 120 días que la UE tiene para desplegar su misión civil que, compuesta por 2.000 policías, jueces y funcionarios de aduanas, deberá relevar a la misión de la ONU (MINUK) en sus tareas.

Si "faltan recursos" en un escenario de violencia, los efectivos de Kfor intervendrán de acuerdo con directivas políticas de contingencia "de cómo actuar" en 650 situaciones "difíciles" previstas por la Alianza, si bien de momento, recalcaron las fuentes, tal intervención "no se ha materializado". Su intervención se producirá sólo para "no permitir la violencia" y "asegurar la libertad de comunicación" entre las partes de mayoría serbia y albanokosovar dentro de Kosovo.

El portavoz de la Alianza Atlántica, James Appathurai, explicó por su parte que los ministros de Exteriores abordarán la situación "política" en los Balcanes occidentales, incluido "lo que está ocurriendo en Belgrado" y las "implicaciones que puede tener para la región" en su conjunto. No obstante, precisó que "el mandato" de KFOR en Kosovo "no ha cambiado tras la declaración de independencia" y aseguró que los embajadores de los Veintiséis aliados tampoco han abordado la posibilidad de otorgarle nuevas competencias a la OTAN en Kosovo.

OBJETIVOS Y PLAZOS PARA AFGANISTÁN

Por otra parte, los ministros aportarán sus ideas de cara a elaborar una nueva estrategia para Afganistán que, por un lado, explique a la opinión pública internacional la necesidad de que la OTAN mantenga su compromiso en el país centroasiático y, por otro, establezca objetivos y plazos para lograr estabilizar Afganistán. De hecho, varios países aliados podrían anunciar nuevos compromisos con medios y efectivos durante la Cumbre que los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN celebrarán a principios de abril en Bucarest.

La "idea" es que los mismos aprueben la nueva estrategia global militar en Bucarest, que establece "una hoja de ruta" de cómo actuar en relación a Afganistán, tanto por parte de la OTAN como otros actores, incluidos ONU y Gobierno afgano, explicó el portavoz de la OTAN. Kabul también deberá dar su visto bueno a la estrategia, añadió.

Los ministros intercambiarán sus puntos de vista este jueves sobre la estrategia a seguir en Afganistán. En el primer documento, que constituirá una declaración pública del compromiso de la OTAN en Afganistán, los ministros tratarán de llegar a un consenso para que el texto articulado "no sea grandilocuente" e incorpore "autocrítica y reflexión" sobre cómo va la reconstrucción y estabilización del país, así como la lucha contra los talibán, explicaron fuentes diplomáticas españolas.

El segundo texto, de carácter interno, deberá "describir y fijar los objetivos, plazos y medios" de la OTAN en Afganistán, teniendo en cuenta que "el protagonismo" para resolver el conflicto "no le corresponde a la OTAN". Conocido como el Plan para Afganistán 2008-2012, el texto desarrollará objetivos concretos en aspectos como la lucha contra el narcotráfico y la corrupción, así como la seguridad y capacidad del Ejército afgano de relevar el control de ISAF en determinadas zonas y operaciones.

Para alcanzar dichos objetivos, los titulares de Exteriores pondrán de relieve la importancia de "una mayor implicación y coordinación" por parte de los organismos internacionales con presencia en Afganistán --UE, Banco Mundial y ONU incluidos--, algo que también "se reflejará bien en el documento". En este sentido, la OTAN defiende que sea la ONU la que "presida el proceso (de resolución) con mayor implicación y visibilidad" sobre el terreno y tenga "presencia en la cadena militar" de la Fuerza Internacional para la Asistencia a Afganistán (ISAF), algo que España ha defendido "desde el primer momento", reconocieron.

A pesar de que "se ha avanzado mucho" en la reducción de bajas civiles por el conflicto afgano, los ministros de Exteriores abordarán la necesidad de "implicar más a fondo a Pakistán" en la lucha contra los talibán. La OTAN reclamará a la UE que esté "más implicada" en las tareas de formación y adiestramiento de policías afganos y una mayor presencia de soldados afganos en el cuartel general de ISAF para garantizar su participación en la toma de decisiones y acciones de combate y más esfuerzos por parte del Ejecutivo de Kabul para luchar contra la corrupción en el país.

AMPLIACIÓN DE LA OTAN

Por otra parte, los ministros de Exteriores aliados tendrán "la primera discusión oficial" sobre los progresos realizados por Croacia, la Antigua República Yugoslava de Macedonia y Albania, países candidatos a entrar en el organismo euroatlántico. Se espera que los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN se pronuncien sobre la ampliación en Bucarest. Los 26 países deben dar su visto bueno para que nuevos miembros se incorporen a la Alianza.

En cualquier caso, los ministros de Exteriores no llegarán a conclusiones sobre la ampliación y se limitarán a abordar la posibilidad de ampliarla "en su conjunto", teniendo en cuenta también las perspectivas de un mayor acercamiento de Georgia y Ucrania que, por un lado, aspiran a convertirse en países candidato a entrar en la OTAN en próximo abril, y de Serbia, Bosnia y Herzegovina, y Montenegro, por otro, a los que la Alianza Atlántica ofrece un diálogo intensificado.