Las fuerzas de seguridad ejecutaron operaciones en las áreas de Spinkai Raghazai, Nawazkot y Tiarza, con el fin de acabar con los refugios de los insurgentes, muy activos en la región.

En el transcurso de la operación murieron 40 supuestos integristas, "muchos" resultaron heridos y 30 más fueron detenidos, mientras que ocho soldados perdieron la vida y otros 32 sufrieron heridas, según aseguró el Ejército en un comunicado.

El portavoz del Ejército, Athar Abbas, anunció el envío de tres tanques por primera vez, que circulan junto a tropas de infantería hacia Spinkai Raghazai, en vista de la intensificación de los combates.

Este miércoles, un portavoz militar había afirmado que los puestos y campamentos de las fuerzas de seguridad en Waziristán del Sur habían sido reforzados con más tropas para protegerse de los ataques de los integristas.

Durante las últimas semanas, los talibanes paquistaníes han protagonizado varios ataques contra fuertes militares de la zona, donde tiene lugar una ofensiva militar con constantes combates.

"Estamos preparados para luchar y atacaremos al Ejército en cualquier parte de Waziristán", declaró en un comunicado el portavoz de los insurgentes, Mohammed Omar, quien añadió que las tropas tendrán que retirarse.

Ubicada en pleno corazón tribal, Waziristán es un área montañosa limítrofe con Afganistán y dominada por milicias tribales, que nunca ha estado bajo completo control de la administración paquistaní.

En la región opera presuntamente el líder talibán Baitullah Mehsud, a quien las autoridades acusan de haber planeado el asesinato de la líder opositora Benazir Bhutto, el pasado mes de diciembre.

Los combates tienen lugar en un área en poder de la propia tribu Mehsud y ha provocado el desplazamiento de muchas familias, a las que un líder tribal pro-gubernamental, el "maulvi" Nazir, de la tribu rival waziri, ha ofrecido ya refugio.