La postura de los encarcelados fue divulgada a la prensa en Bogotá por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), entidad estatal responsable de la administración de los presidios del país.

En un vídeo, el supuesto portavoz de los presos, "Ovidio Saldaña", alias de Raúl Agudelo, asegura que "los guerrilleros de base le decimos al Secretariado de las FARC que no cuenten con nosotros para un futuro acuerdo humanitario y le exigimos liberar cuanto antes a los secuestrados".

Según Agudelo, el intercambio de rehenes por presos es rechazado por unos 600 insurgentes que están internados en cárceles de todo el país.

"Hay un grupo de integrantes de las FARC que no están de acuerdo con el intercambio", declaró el director del INPEC, el general retirado Eduardo Morales, quien agregó que es un movimiento que "se está generando en todos los establecimientos de reclusión".

El objetivo del acuerdo humanitario es la liberación de los 44 rehenes que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) consideran "canjeables" por unos 500 combatientes encarcelados.

Aparte de esos rehenes, el grupo tiene otros 700 secuestrados con fines de extorsión, según el Gobierno de Bogotá.

Entre los secuestrados están la ex candidata presidencial colombo-francesa Íngrid Betancourt y tres estadounidenses.