Los muertos y numerosos heridos es el primer balance en Kenia de la primera manifestación pacífica convocada por la oposición y reprimida duramente por las fuerzas del orden, en una serie de protestas que se repetirán hasta mañana. La concentración central, en Nairobi, estaba convocada en el parque Uhuru, que significa "libertad" en suajili, y a ella iban a acudir los dirigentes del Movimiento Democrático Naranja (ODM), incluido su máximo líder, Raila Odinga.

Según Najib Balala, miembro de la cúpula del ODM, los muertos se registraron en Kisumu, al noroeste de Nairobi, por disparos de la policía, aunque las autoridades dicen que sólo hubo uno.

En Eldoret, cerca de Kisumu, y en Mombasa, la segunda ciudad del país y puerto de entrada del combustible que abastece a toda la región, la policía antidisturbios disolvió los intentos de la oposición de manifestarse para protestar contra los resultados de las elecciones generales del pasado 27 de diciembre, que dieron la victoria al presidente Mwai Kibaki. La oposición denunció los resultados y desde entonces trata de manifestarse pese a la prohibición del gobierno.

En Nairobi y contrariamente a lo que sucedió entre el 30 de diciembre y el 5 de enero, en los primeros intentos del ODM por alcanzar el parque Uhuru, lugar en el que pretendía reunir a un millón de partidarios, la policía decidió esperar a la oposición en el parque. Todos los intentos de Odinga y sus acólitos fueron paralizados por las fuerzas del orden, que no dudaron en usar material antidisturbios para rechazar a los manifestantes.

Por primera vez desde que estallaran la polémica y los incidentes violentos, la policía cargó contra la prensa extranjera a caballo, lanzó gases lacrimógenos e intentó penetrar en el hotel donde se refugiaron algunos manifestantes, ante la mirada atónita de los periodistas. Desde ese hotel, Balala anunció que no cesarían la lucha por ejercer los derechos fundamentales y para poner fin a un gobierno ilegal. "Resulta muy triste comprobar cómo el presidente de Kenia ha ordenado a sus tropas disparar contra sus propios ciudadanos", dijo Balala.

En el centro la policía disparó al aire y cargó contra los periodistas. En una escena insólita se pudo ver a representantes de medios de comunicación nacionales e internacionales devolver las granadas lacrimógenas que la policía lanzaba.