El documento, elaborado por el llamado Grupo Observador de la Commonwealth, concluye que la Comisión Electoral de Kenia no ha demostrado "la integridad del proceso de recuento (de votos)", por lo que "la validez del resultado de las elecciones queda en duda".

Por eso, el Grupo "ha concluido que el proceso posterior al cierre de las votaciones no cumple las normas internacionales", dijo McKinnon al publicar el informe en Londres.