Sin embargo, continuaban los retrasos para el despegue de los aviones del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, el mayor de Argentina, donde unas 5.000 personas quedaron atrapadas en los últimos dos días debido a los retrasos y a las cancelaciones.

Sólo cuatro vuelos habían partido esta mañana con destino a Florianópolis (Brasil), Punta Cana (República Dominicana), Roma (Italia) y Ushuaia (Argentina), mientras el resto de las salidas previstas continuaban retrasadas, confirmaron a Efe fuentes aeroportuarias.

"Las demoras continúan porque aún se realiza el embarque de los vuelos del sábado. Todo viene muy atrasado y continúa el malestar entre los pasajeros", señalaron portavoces de la compañía.

El conflicto provocó la suspensión de 14 vuelos previstos para el viernes y el sábado, que debieron ser reprogramados, lo que derivó en la furia de los pasajeros afectados, hasta tal punto que agredieron ayer a un directivo de la compañía y dañaron instalaciones del aeropuerto ubicado a las afueras de Buenos Aires.

Frente a este panorama, la Asociación de Personal Aeronáutico (APA) decidió ayer retirar "por seguridad" a los empleados de los mostradores hasta no contar con "garantías por parte de la empresa".

Anoche, y una vez que la compañía anunció la reprogramación de los vuelos demorados, los empleados regresaron a sus puestos de trabajo, acompañados por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

"La situación de retrasos es producto de la carencia de personal en plena temporada de vacaciones en Argentina, donde la demanda y las programaciones se incrementan", explicó a medios locales Edgardo Llano, dirigente de APA.

Este sábado, sólo cuatro aviones de la empresa llegaron a despegar, luego de la reprogramación de los vuelos cancelados del viernes debido a los conflictos sindicales.

Mientras tanto, la empresa llamó ayer a una "concertación social" a siete sindicatos para resolver los conflictos que provocaron demoras y cancelaciones, además de las protestas de los pasajeros.

Por su parte, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas rechazó que las demoras se deban a un conflicto de sus afiliados con la compañía.

"Los trastornos en Ezeiza no son ocasionadas por los pilotos, que tienen la mejor buena voluntad para volar, incluso en sus días libres", puntualizó el líder del sindicato de pilotos, Jorge Pérez Tamayo.

Los problemas en el aeropuerto empezaron el jueves, cuando los empleados de la firma de transporte de equipajes Aerohandling, una contratista de Aerolíneas Argentinas, optaron por trabajar "a reglamento" para exigir un plus salarial "por inflación" de 1.200 pesos (unos 380,9 dólares) como hicieron otras empresas del sector.

La situación se profundizó después de que los empleados de Aerohandling decidieron ampliar la medida "hasta que se resuelva la reclamación del plus salarial".

Aerolíneas Argentinas, en la que el Estado de ese país tiene una participación accionarial del 5 por ciento, arrastra desde hace meses una serie de conflictos sindicales que en varias ocasiones la han obligado a cancelar o suspender sus vuelos.

En noviembre pasado, el Gobierno argentino notificó al grupo Marsans la decisión de hacer uso de la opción de aumentar la cuota del Estado hasta el 20 por ciento del paquete accionarial de la compañía, lo que es motivo de negociaciones entre las partes.