Asghari hizo estas declaraciones a la prensa turca al término de de una reunión entre los ministros de Defensa, Abdul Qader al Obeidi, y de Seguridad Nacional, Sherwan al Waili, por parte iraquí; y los ministros de Asuntos Exteriores, Alí Babacan, y de Interior, Besir Atalay, por parte turca. El encuentro se celebró en la sede del Ministerio turco de Asuntos Exteriores, duró unas dos horas y fue "importante" y "positivo", explicó.

A continuación, la 'número dos' de la Embajada estadounidense en Turquía, Nancy McEldowney, se unió a las conversaciones en la sede central de la Policía en Ankara. Esta tarde está prevista una nueva cita entre la delegación iraquí y la cúpula del Estado Mayor del Ejército turco.

Los encuentros bilaterales de hoy representan la "oportunidad final" de Irak para convencer a Turquía de que va a luchar efectivamente contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en su territorio, según han asegurado fuentes del Gobierno de Ankara.

Babacan ya lo advirtió la noche del pasado martes, cuando minutos antes de abandonar Bagdad dejó bien claro que "cualquier delegación iraquí debe llegar con propuestas concretas". En caso contrario, el encuentro "no dará resultados", afirmó, insinuando que entonces se ordenaría una operación militar transfronteriza en el norte de Irak.

Según los medios de comunicación turcos, la delegación iraquí ofrecerá cerrar las oficinas del PKK en su territorio, clausurar el campamento de Maxmur (en el norte de Irak) y reforzar la seguridad en la frontera común. Sin embargo, Turquía exigirá, además del cierre de todas las bases y campamentos de los insurgentes kurdos, la detención y extradición de sus principales líderes. Las autoridades iraquíes ya han adelantado que en estos momentos no tienen ninguna capacidad para arrestar a los milicianos del PKK, que se ocultan en los macizos montañosos que unen a ambos países.