La primera víctima fue un hombre de origen yakutio, una etnia siberiana, asesinado a golpes con bates de béisbol y a puñaladas el sábado por un grupo de adolescentes vestidos de negro en un barrio al suroeste de la capital rusa.

Posteriormente, en el mismo barrio y, al parecer, el mismo grupo apuñaló y golpeó a otros tres foráneos, un uzbeko y dos tayikos, que se encuentran hospitalizados, el primero de ellos en estado crítico.

El domingo, en una zona del noreste de Moscú otros dos cabezas rapadas asestaron dos puñaladas en el pecho a otro ciudadano uzbeko, que murió en el acto.

Fuentes policiales aseguraron al diario "Moskovski Komsomolets" que los responsables son hinchas del club de fútbol Spartak Moscú, que habían acordaron de antemano sus ataques con motivo de un partido de su equipo el pasado sábado.

Durante el fin de semana la policía ha detenido con motivo de estos ataques a 63 jóvenes, aunque los agentes reconocieron que les resulta difícil implicarles por falta de testigos.

Además, la agencia Interfax informó hoy de que otro extranjero, un ciudadano de Austria, fue atacado en la ciudad de Nizhni Nóvgorod, en el Volga, donde tuvo que ser hospitalizado con una conmoción cerebral.

La organización de derechos humanos "Sová" ha cifrado en 31 los asesinatos cometidos en la primera mitad del año en Rusia por motivos racistas, casi el doble que en el primer semestre de 2006 (17).

La mayoría de ataques son perpetrados por cabezas rapadas o militantes de grupos ultranacionalistas contra inmigrantes del Cáucaso y Asia Central, estudiantes extranjeros y miembros de minorías sexuales.

En septiembre pasado un estudiante universitario iraní, de 19 años, hijo de un funcionario de la Embajada de Irán, fue asesinado de varias puñaladas en el distrito suroeste de Moscú.

La Justicia rusa desarticuló recientemente una banda criminal que había cometido una veintena de asesinatos por motivos xenófobos, en su mayoría contra inmigrantes centroasiáticos.

En otro caso, un estudiante de pintura de iconos, de 18 años, confesó en mayo pasado a la policía haber matado a 37 personas por motivos xenófobos.

Mientras las autoridades calculan el número de "cabezas rapadas" en unos 6.000, organizaciones de derechos humanos hablan de 70.000, sin contar los grupos de nacionalistas rusos que comparten su ideología xenófoba.