En un parte oficial divulgado por televisión, se informó de que el final del toque de queda, que estaba en vigor desde las 21.00 hasta las 05.00 horas, ha sido levantado en todo el país, incluso en Rangún, la mayor ciudad del país y escenario de las multitudinarias protestas contra el régimen militar.

El toque de queda ha empeorado la ya maltrecha economía del país, pues ha causado el cierre de muchos comercios, la cancelación de vuelos y la caída del turismo, que iba camino de convertirse en una de las principales fuentes de ingresos de Birmania.

El anuncio del levantamiento del toque de queda sigue a una nueva oferta de la Junta Militar que preside el general Than Shwe, de mantener conversaciones con la premio Nobel de la Paz y líder de la Liga Nacional por la Democracia (LND), Aung San Suu Kyi, bajo arresto domiciliario desde junio de 2003.

La Junta Militar admite que diez personas perdieron la vida durante la represión, pero los grupos de la disidencia calculan que la cifra de muertos se acerca a los 200 y que los detenidos superan ampliamente los 6.000.

Birmania (Myanmar) está gobernada por los militares desde 1962 y no se celebran elecciones parlamentarias desde 1990, cuando el partido oficial perdió ante la LND de Suu Kyi, en unos comicios cuyos resultados jamás fueron reconocidos por los generales.