En un nuevo guiño a los casi siete millones de votos que reunió el centrista François Bayrou en la primera ronda del pasado día 22, los dos postulantes afirmaron en la televisión "Canal+" que el Ejecutivo deberá contar con representantes de diversas sensibilidades.

En particular, ambos coincidieron en la posibilidad de que haya miembros de la Unión para la Democracia Francesa (UDF), el partido que preside Bayrou.

"No todas las competencias están en la Unión por el Movimiento Popular (UMP). Hay mujeres y hombres en la UDF a los que habrá que hacer un hueco", aseguró Sarkozy, que reiteró su intención de formar un Gobierno paritario de quince ministros.

El candidato conservador señaló que el gabinete también contará con representantes de la izquierda "que creen en el movimiento" y que "tienen un espacio en el proyecto de Gobierno" que él representa.

Sarkozy ha recibido en los últimos días el apoyo del Eric Besson, un antiguo alto representante del Partido Socialista (PS) que cambió de bando por desafecto personal con Royal.

Recordó que la UDF ha sido tradicionalmente un aliado de la derecha, que Bayrou fue ministro del Gobierno del conservador Alain Juppé entre 1995 y 1997 y que la mayor parte de los parlamentarios centristas le han mostrado ya su apoyo.

Uno de los últimos en hacerlo ha sido el portavoz de la UDF en la Asamblea Nacional (cámara de diputados), Hervé Morin, que consideró que "sin duda" votará por Sarkozy porque Royal "no está a la altura de la función presidencial".

Bayrou, por su parte, que no ha dado consigna de voto a sus electores, sigue sin desvelar a quien entregará su sufragio, tras haber debatido ayer en una televisión con Royal.

La candidata socialista prosiguió su estrategia de acercamiento a Bayrou, al que no descartó incluso como primer ministro de su Gobierno, aunque no le dio muchas opciones a esta posibilidad.

"No creo que sea lo que suceda, pero no renuncio a nada", aseguró Royal en respuesta a la pregunta de si Bayrou puede ser su primer ministro.

La candidata socialista se mostró dispuesta a completar su programa político con ideas de otras corrientes, en particular de la UDF, y señaló que en el caso de ganar la Presidencia "todas las buenas ideas serán útiles para el país".

"No quiero una Francia partida en dos", afirmó Royal, que tendió la mano a "los electores que no tienen a su candidato en la segunda vuelta pero que piensan que los valores humanos deben imponerse a los valores financieros".

También tuvo palabras para los candidatos de izquierda eliminados en la primera ronda que ya le han dado su apoyo: los trotskistas Olivier Besancenot y Arlette Laguiller, el anti-mundialista José Bové, la comunista Marie-George Buffet y la ecologista Dominique Voynet.