Al clausurar la "convención presidencial" del FN ante más de 2.000 seguidores en Lille (norte), el político, de casi 79 años, prometió "salvar la solidaridad de mañana deteniendo la inmigración, causa esencial del empobrecimiento generalizado".

La "inmigración masiva" ha generado, según él, gastos adicionales de "50.000 millones de euros" al año desde hace 30 años.

"Reservaremos el conjunto de las ayudas y viviendas sociales sólo a los franceses aplicando la preferencia nacional", dijo el líder del FN.

Según Le Pen, la supresión de todo tipo de ayudas para los inmigrantes y la adopción de otras medidas contra los extranjeros (como aumentar sus cotizaciones para el seguro médico y de paro) liberaría fondos para financiar el "programa de Gobierno" que presentó hoy su partido.

Este programa prevé 54.000 millones de euros en gastos nuevos, bajadas de impuestos de 36.000 millones y ahorros de 70.000 millones, incluido el recorte del "nivel de vida del Estado".

A los "humildes trabajadores", "los sin grado", que no son oídos, les prometió devolverles "el privilegio de ser franceses" y propuso que el Estado se haga cargo de 200 euros en cotizaciones sociales salariales para todos los que ganan menos de 1,4 veces el sueldo mínimo.

Para el FN la lucha contra la inmigración pasa por expulsar a todos los ilegales, suprimir el reagrupamiento familiar y la "obtención automática de la nacionalidad" o recortar el permiso de residencia de diez a tres años, incluso para los que ya están aquí.

Su proyecto económico y social se asienta, dijo Le Pen, en una "verdadera filosofía", cuyos principios incluyen "salvar la economía de mañana devolviendo a los franceses el control de su destino y de sus fronteras" y "defendiendo un proyecto alter-europeo´".

"Yo soy el único que encarna una doctrina que nos puede liberar del corsé político, jurídico, financiero y fiscal de la Europa de Bruselas", aseguró Le Pen.

Le Pen arremetió contra los principales candidatos al Elíseo de la derecha, Nicolas Sarkozy, de la izquierda, Ségolène Royal -"la alteza real de (la región de) Charentes", y contra el centrista François Bayrou, "Tartufo en el papel de D´Artagan".

En los últimos sondeos para la primera vuelta, el próximo 22 de abril, de las presidenciales, Bayrou consigue un 17% de las intenciones de voto destronando del tercer lugar a Le Pen (11,5%), quien se había aupado a la segunda ronda de los comicios del 2002.