En una rueda de prensa en el University College Hospital de Londres, donde falleció Litvinenko, Cox señaló que se ha encontrado una "gran cantidad" de radiación alfa probablemente emitida por una sustancia radiactiva denominada polonio 210.

Según ese experto, director del centro de radiaciones y sustancias químicas de la HPA, parece "improbable" que esa radiación fuese provocada por una "causa natural", si bien rehusó especular a ese respecto con el argumento de que ese asunto está en manos de la Policía.

La doctora Pat Troop, directora de la Agencia, calificó la muerte del ex espía como "un hecho sin precedentes en el Reino Unido", y subrayó que "aparentemente" el fallecido fue "envenenado" por radiación.

"Para que alguien tenga este nivel de radiación, debe haberla ingerido, inhalado o adquirido a través de una herida", explicó Troop, al recalcar que la responsabilidad de la HPA es averiguar si la radiación "ha causado algún riesgo para otras personas".

"La Policía -precisó la doctora- está investigando cómo eso (la radiación) le pudo afectar a él (el antiguo agente secreto) y nosotros no interferiremos en la investigación".

El polonio 210 es un isótopo del polonio, un raro mataloide radiactivo, químicamente similar al teluro y al bismuto, presente en minerales de uranio.

Los responsables de la HPA dieron la rueda de prensa después de que Litvinenko, de 44 años y conocido por sus críticas al presidente ruso, Vladimir Putin, muriera la pasada noche en la unidad de cuidados intensivos del University College Hospital.

Tras el deceso, la brigada antiterrorista de Scotland Yard ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias del fallecimiento del antiguo agente secreto, aunque de momento no habla de asesinato, sino de una muerte "inexplicada".

Los agentes están examinando la casa de Litvinenko en el norte de Londres, así como los lugares en los que estuvo desde el pasado 1 de noviembre, cuando enfermó como consecuencia de un supuesto envenenamiento, en busca de restos radiactivos

Asimismo, los expertos de la HPA tratan de averiguar si las personas con las que el fallecido tuvo contacto en las últimas semanas pueden haberse visto afectadas por las radiaciones.

En una declaración que dejó escrita antes de perder la vida, el propio Litvinenko acusó a Vladimir Putin de estar detrás de su muerte por envenenamiento, y calificó ese acto de "brutal" y "despiadado".

Litvinenko fue coronel del Servicio Federal de Seguridad (antiguo KGB soviético) y vivía como refugiado en el Reino Unido, donde el Gobierno le había concedido la nacionalidad británica.

El ex espía enfermó el pasado día 1 tras reunirse en secreto con Mario Scaramella, un profesor universitario italiano con buenos contactos en el mundo del espionaje, en un restaurante japonés en el centro de Londres, según la prensa británica.

Al parecer, Scaramella le facilitó nombres de las personas que podrían estar involucradas en el asesinato de la periodista rusa Anna Politkovskaya, que estaba siendo investigado por Litvinenko.

El Servicio de Espionaje Exterior (SVR) de Rusia, por su parte, ha negado cualquier implicación en el aparente envenenamiento de Alexander Litvinenko.