Andrew Reid, funcionario encargado de investigar muertes violentas, repentinas o sospechosas, ha decidido que es necesario efectuar la autopsia y unas "pruebas especiales" en el cuerpo del ex agente secreto para investigar completamente la causa del deceso.

Aunque parece comprobado que la muerte se produjo por la radiación emitida por el isótopo radiactivo polonio 210, aún se desconoce la manera en que se llevó a cabo el supuesto envenenamiento radiactivo.

El proceso estará sujeto a "medidas de precaución apropiadas", indicó el Ayuntamiento de Camden, el distrito del norte de Londres donde está situado el juzgado de instrucción, para garantizar la seguridad de los médicos y técnicos que participen en ella.

El juzgado de St. Pancras comenzará el próximo jueves el proceso de instrucción judicial sobre la muerte del ex espía.

"El juez de instrucción recogerá las pruebas preliminares disponibles y pospondrá formalmente la investigación hasta que haya nuevas pruebas científicas y pendiente de la investigación de la Policía Metropolitana", explicó un portavoz del Ayuntamiento de Camdem.

La confirmación sobre la fecha de la autopsia se produce después de que la Policía británica confirmase que va a interrogar a Mario Scaramella, el profesor italiano que se reunió con el ex espía ruso el día en que éste enfermó.

Al parecer, Scaramella, que se entrevistó el 1 de noviembre con Litvinenko en un restaurante japonés del centro de Londres, facilitó al ex agente nombres de las personas que podrían estar involucradas en el asesinato de la periodista rusa Anna Politkovskaya, también crítica con el Kremlin, que investigaba Litvinenko.

Según los medios de comunicación británicos, el profesor italiano es tratado únicamente como un potencial testigo en la investigación, desarrollada por la unidad antiterrorista de Scotland Yard, que no quiso precisar hoy si Scaramella está en el Reino Unido o en Italia.

Restos de polonio 210 han sido halladas hasta el momento en cinco lugares de Londres, entre ellos la casa de Litvinenko, el restaurante y el hotel que visitó el día que cayó enfermo, y dos oficinas, entre ellas la del magnate ruso Boris Berezovsky, también crítico con el presidente Vladimir Putin y amigo del ex agente.

En el citado hotel, Litvinenko se entrevistó con dos compatriotas, uno de los cuales es un ex agente del KGB (antiguo servicio de espionaje soviético).

Más de 600 personas han llamado a un número de teléfono de atención directa de la seguridad social preocupadas ante la posibilidad de haberse contagiado y cuatro serán sometidas a pruebas en una clínica especializada.

Una de ella es un periodista del rotativo británico "Daily Mirror" que entrevistó a Scaramella, pero la HPA ha rehusado confirmar las informaciones según las cuales el profesor italiano iba a ser sometido también a pruebas para comprobar si ha sufrido una contaminación radiológica.

El ex espía, de 44 años, fue coronel del Servicio Federal de Seguridad (antiguo KGB, al que también perteneció Putin) y residía desde el 2001 como refugiado en el Reino Unido, donde el Gobierno le había concedido la nacionalidad británica.