Bush mantuvo hoy el tono conciliador y flexible sobre Irak que ha adoptado tras la derrota del partido republicano en las elecciones legislativas del pasado martes, atribuida principalmente al deterioro de la situación en Irak, según los analistas.

En su alocución semanal por radio, el presidente señaló que Gates, "como secretario de Defensa, aportará una perspectiva fresca a nuestra estrategia en Irak y a lo que tenemos que hacer para vencer".

Si su designación es confirmada por el Senado, Gates reemplazará a Donald Rumsfeld, quien dimitió el miércoles tras haber ocupado el cargo durante toda la presidencia de Bush.

En su intervención, Bush reiteró que está dispuesto a escuchar las ideas de los demócratas "sobre la mejor forma de apoyar a nuestras tropas en los frentes y ganar la guerra contra el terrorismo".

El mismo mensaje transmitió el jueves tras un almuerzo con la líder de los demócratas en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, dos días después de los comicios.

"Debemos dejar atrás estas elecciones y trabajar juntos sobre los grandes asuntos que interesan a Estados Unidos", afirmó Bush en su alocución de radio.

El espíritu de contrición también ha llegado a los cuarteles. El jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército de EEUU, Peter Pace, anunció el viernes que ha iniciado una revisión de la estrategia en Irak en vista del empeoramiento del conflicto.

"Tenemos que hacer un buen examen de conciencia y ver qué es lo que funciona y lo que no; cuáles son los impedimentos para avanzar y qué debemos cambiar para asegurarnos de que logramos el objetivo que nos propusimos", dijo Pace.

Desde hace un año, los comandantes en Irak han dicho que esperan poder reducir el número de tropas de EEUU en ese país, pero la continuación de la violencia ha impedido el repliegue del contingente actual, de unos 145.000 soldados.

Para analizar cambios en la política de EEUU en ese país, el Congreso estableció en marzo el llamado "Grupo de Estudio sobre Irak", al que pertenecía Gates hasta aceptar la oferta de la Casa Blanca de dirigir el Pentágono.

Bush, el vicepresidente, Dick Cheney, y el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley, se reunirán el lunes con ese Grupo, compuesto por ex altos funcionarios de anteriores gobiernos republicanos y demócratas.

El presidente afirmó hoy que escuchará con interés las recomendaciones de ese comité, que se espera que estén listas antes de finales de año.

En total, 2.842 militares estadounidenses han muerto en Irak, una cifra que ha sido recordada hoy en EEUU, donde se celebra el Día de los Veteranos de guerra.

Bush colocó una corona ante la Tumba del Soldado Desconocido en el cementerio de Arlington (Virginia) y pidió honrar a los estadounidenses que han luchado en las guerras que ha librado su país.

Pero lo que quiere la mayoría de los estadounidenses es que la participación de EEUU en la guerra de Irak acabe.

Un 57 por ciento de los votantes se mostró en desacuerdo con la política de Bush en ese país, según una encuesta a pie de urna efectuada por la cadena de "CNN".

Este factor explica, a juicio de los analistas, el gran apoyo electoral que recibieron el martes los demócratas, que proponen la retirada gradual de las tropas estadounidenses.

El presidente norteamericano reconoció hoy que el resultado de los comicios "traerá cambios a Washington".

"Pero una cosa no ha cambiado: Estados Unidos se enfrenta a enemigos brutales que nos han atacado en el pasado y que quieren atacarnos de nuevo", dijo.

"Tengo un mensaje para esos enemigos: No confundan el funcionamiento de la democracia estadounidense con una falta de voluntad de Estados Unidos", afirmó.