El sangriento ataque terrorista contra la escuela número 1 de la ciudad noroseta de Beslán en septiembre de 2004 pudo ser evitado, concluyó en su informe preliminar presentado ayer la comisión del Parlamento de Rusia que investiga la tragedia. El presidente de la comisión creada por el Parlamento ruso, Alexandr Torshin, afirmó que si las fuerzas de seguridad hubiesen cumplido las instrucciones recibidas desde Moscú de redoblar la vigilancia en el día del comienzo del año escolar el ataque terrorista chechén hubiera podido ser evitado.

"Pero no fueron cumplidas", recalcó Torshin, vicepresidente de la Cámara Alta del Parlamento, al dar lectura al informe preliminar sobre la tragedia de Beslán, que entre el 1 y 3 de septiembre de 2004 se cobró más de 330 muertos, en su mayoría niños.

El senador destacó que si bien la comisión parlamentaria estableció que las fuerzas de seguridad no tenían antecedentes de que la escuela de Beslán sería atacada, el cumplimiento de las instrucciones impartidas por el ministro del Interior de Rusia, Rashid Nurgalíev, hubiera permitido frustrar el ataque terrorista.

El 1 de septiembre de 2004, un comando terrorista chechén integrado por 30 hombres y dos mujeres irrumpió en la escuela número 1 de Beslán cuando se celebraba la ceremonia de inicio del año escolar, y se atrincheró en el interior del establecimiento educativo con más de un millar de rehenes, en su mayoría menores.

Entre otros de los fallos de los servicios de seguridad, Torshin señaló que el cerco establecido en torno a la escuela no fue capaz de contener a los habitantes de Beslán, que se lanzaron a socorrer a los rehenes.

Agregó que el análisis realizado por la comisión parlamentaria estableció "deficiencias en la (organización de la) operación antiterrorista".

En particular, Torshin señaló que pese a que para el mediodía del día del ataque ya se sabía por boca de testigos que el número de rehenes llegaba a 1.100, las autoridades informaban de que había 350 secuestrados.

La comisión parlamentaria estableció que los terroristas, 31 de los cuales fueron abatidos por las fuerzas de seguridad, minaron la escuela de tal manera, que cualquier acción armada para liberar a los rehenes causara una enorme cantidad de víctimas, como ocurrió posteriormente.

Torshin indicó que los dirigentes de Osetia del Norte intentaron infructuosamente convencer a los terroristas de que liberaran a sus rehenes a cambio de un rescate en metálico, de diez autobuses y vía libre hasta las montañas de Chechenia.

Según la comisión, entre las 13.05 y 13.10 hora local (09.05 y 09.10 GMT) del 3 de septiembre en el gimnasio de la escuela, donde se encontraba casi la totalidad de los secuestrados, estallaron dos bombas, tras lo cual los terroristas abrieron fuego y los rehenes comenzaron a huir de la escuela. "Esos cinco minutos fueron decisivos en el desarrollo de los acontecimientos", dijo Torshin, quien señaló que las 13.10 hora local se dio la orden de lanzar a las fuerzas de seguridad al rescate de los rehenes. Admitió que respecto de una serie de cuestiones clave, como el origen de las explosiones, la comisión parlamentaria no tiene hasta ahora una opinión definitiva, ya que quedan por recibir los resultados de importantes peritajes científicos.

Torshin subrayó que el informe presentado ayer es una cuenta preliminar del trabajo realizado hasta ahora por la comisión parlamentaria.