Los agentes encontraron dos críos, uno de menos de un mes de edad y otro de unos dos meses, cuando detuvieron a los sospechosos mientras trataban de cruzar la frontera con China, señaló el agente investigador Pham van Kien.

"Los bebés parecían muy pálidos. Los hemos enviado a un centro médico", explicó Kien, que apuntó que cada niño alcanza un precio de venta de unos 1.800 dólares (1.500 euros).

La supuesta jefa de la banda, Nguyen Thi Sang, de 40 años, confesó que compraba los bebés a madres solteras y de hospitales donde también se abandonaban algunos críos, dijo Kien.

Sang, detenida el martes con el bebé de dos meses en el puesto fronterizo de Mong Cai, declaró que ofrecía cuatro millones de dong (250 dólares o 210 euros) a cualquiera que quisiera deshacerse de un bebé.

Los cinco cómplices, dos hombres y tres mujeres, fueron detenidos en operaciones posteriores y han confesado que han vendido en China hasta cinco bebés en los últimos seis meses.