Este es el primer órgano de esta naturaleza que se crea en la historia de la ONU, y su establecimiento estaba prevista en la reforma de la organización adoptada en la Cumbre Mundial de Jefes de Estado y de Gobierno del pasado septiembre.

Esta iniciativa -contenida en una resolución adoptada hoy por consenso por los 191 países de la Asamblea- fue aprobada después de intensas negociaciones, especialmente en torno a la composición de este nuevo órgano.

La comisión dependerá de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad, y contará con un comité organizativo formado por 31 Estados miembros que rotarán cada dos años y se encargarán de elaborar las regulaciones y los métodos de trabajo.

El objetivo de la comisión será determinar qué necesitan los países que emergen de un conflicto para avanzar en sus tareas de recuperación, reconstrucción y reintegración, así como ayudarles a sentar las bases para su desarrollo.

Con la ayuda de las organizaciones regionales y de los propios gobiernos implicados, tratará de que los países afectados cuenten con la ayuda y los recursos suficientes para que avancen y no vuelvan a incurrir en enfrentamientos armados años después, como ha ocurrido en el pasado.

Este nuevo órgano intergubernamental estará integrado por siete miembros del Consejo de Seguridad, entre ellos los cinco permanentes- EEUU, Reino Unido, Francia, China y Rusia-.

También formarán parte siete miembros del Consejo Económico y Social (ECOSOC), que serán elegidos según las normativas de distribución regional de este órgano de la ONU que se encarga principalmente de temas de desarrollo.

Otros integrantes serán los cinco países que realizan mayores contribuciones voluntarias a los programas y agencias de la ONU y los cinco que hacen las mayores contribuciones a las operaciones de mantenimiento de la paz.

Para asegurar que existe una representación regional correcta, la Asamblea General elegirá a los siete miembros restantes, en base al criterio de la experiencia que tengan estas naciones en la recuperación después de los conflictos.

En sus reuniones, podrán asistir como observadores representantes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.

"Creo que la resolución adoptada hoy es realmente un paso histórico. Aunque se usa muy a menudo este término, en este caso no hay ninguna duda que es verdad", declaró el presidente de la Asamblea General, Jan Eliasson.

"Por primera vez en la historia de la ONU, hemos creado un mecanismo que permitirá a los países que emergen de los conflictos contar con el apoyo necesario de la comunidad internacional", agregó.