Pese a las divergencias y las tensiones que les obligaron a negociar hasta el último minuto, los países de la Organización Mundial de Comercio (OMC) consiguieron un acuerdo para poner fin en 2013 a los subsidios a la exportación agrícola y con ello dieron un nuevo impulso a la Ronda del Desarrollo de Doha.

"Ha merecido la pena, hemos logrado encarrilar la ronda después de un periodo de hibernación", señaló el director general de la OMC, Pascal Lamy, durante la conferencia de prensa final, en la que también señaló que había llegado el "momento de realizar una evaluación" sobre lo logrado.

Los 150 países socios de la Organización Mundial del Comercio (OMC) dieron su visto bueno a un documento de 43 páginas en el que se recogen las líneas generales de lo que ha de ser en 2006 la negociación definitiva en agricultura, bienes industriales, servicios y desarrollo, entre otros.

Esta ronda comercial se lanzó hace cuatro años en la capital qatarí, Doha, y con ella se pretende llevar los beneficios de la liberalización del comercio mundial a los países en desarrollo.

En su evaluación sobre la negociación, Lamy -que admitió haber dormido poco y bebido mucho café- dio las mejores notas a la organización de la conferencia, en manos del secretario de Comercio de Hong Kong, John Tsang, mientras que al proceso negociador le dio un "notable" por las cerca de 450 reuniones celebradas o las más de 200 consultas con los mediadores.

La nota más baja, aunque con aprobado alto, se la puso el director general de la OMC a los aspectos técnicos de la negociación, que fueron considerados modestos por algunas de las partes.

En ese capítulo, la declaración incluye un conjunto de medidas en favor de los 49 países más pobres del mundo, la eliminación de todas las formas de subsidios a las exportaciones agrícolas en 2013, la desaparición de las subvenciones al algodón en 2006, así como la elaboración de una iniciativa en favor de la Ayuda para el Comercio.

Lamy recordó también que la "próxima parada" será a finales de abril de 2006, cuando los países se vuelvan a reunir para acordar las cifras de las fórmulas de los aspectos acordados y que previsiblemente será lo que más tiempo les lleve a los negociadores.