Uribe dijo en Bogotá que acepta desmilitarizar los 180 kilómetros cuadrados del caserío suroccidental de El Retiro, que fue sugerido por los tres países europeos como sede para el diálogo conjunto.

Ese poblado, que pertenece a la localidad de Florida, en el departamento del Valle del Cauca, centra la propuesta que la mencionada comisión internacional presentó al Ejecutivo y, también, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

En una conferencia con la prensa en la Casa de Nariño, la sede gubernamental, Uribe y el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, precisaron que Francia, España y Suiza formalizaron este martes la iniciativa de forma simultánea a las partes.

"El Gobierno colombiano acepta esta propuesta", dijo Uribe, para subrayar que "confieso humildemente que implica una concesión (a los rebeldes) por parte del Gobierno que presido".

Pero "lo hago con humildad, pero también con responsabilidad", agregó el mandatario, y explicó que "aceptamos esta modificación a la postura que hemos tenido tradicionalmente porque confiamos en la comunidad internacional".

El gobernante aludió a su hasta ahora inflexible negativa a la desmilitarización de territorios que era exigida por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para asumir la negociación de un acuerdo de canje o intercambio humanitario de rehenes de los rebeldes por insurgentes presos.

La organización insurgente mantiene cautivos, algunos desde diciembre de 1997, a 59 efectivos de la fuerza pública, políticos y extranjeros (tres estadounidenses), que pretende canejar por más de medio millar de rebeldes en prisión, incluidos dos de ellos extraditados ya a Estados Unidos.

Uno de los rehenes más prominentes en poder de las FARC es la ex candidata presidencial independiente Ingrid Betancourt, secuestrada en febrero de 2002.

La doble nacionalidad franco-colombiana de Betancourt motivó que el gobierno galo se interesara vivamente por el problema de los secuestrados colombianos.

Según precisaron Uribe y Restrepo, la comisión internacional formalizó su propuesta tras una visita a Colombia de un equipo técnico de los tres países, cuyos miembros recorrieron la zona que puede convertirse en escenario del diálogo entre el 28 de noviembre y el 2 de diciembre pasados.

La localidad a la que pertenece El Retiro se corresponde con una de las dos -la otra es Pradera- cuya desmilitarización era exigida por las FARC.

Uribe observó que se trata de un caserío con una población de treinta familias y que, según la propuesta internacional, deberá permanecer sin tropas siete días antes y siete días después del encuentro de los portavoces del Ejecutivo y el grupo guerrillero.

El presidente colombiano aceptó que la seguridad y las garantías para unos y otros sean asumidas por la delegación en Colombia del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), como lo propuso el mismo comité.

"Acepto que he debido modificar posiciones", dijo Uribe al señalar que incluso antes de agosto de 2002, cuando asumió el poder, mantuvo una postura contraria a la desmilitarización de territorios.