Durante su intervención en la conferencia de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de Hong Kong, Amorim señaló que el sistema de comercio mundial sufre un "déficit de desarrollo", y que el lanzamiento de la Ronda de Doha hace cuatro años fue una muestra de reconocimiento internacional de esta situación.

El ministro señaló que los países ricos han estado escondiendo esta realidad incluso en la propia ronda, mientras los países pobres de Africa, Asia y América Latina, que representan a la mayoría de la población rural del planeta, se unieron en el Grupo de los 20 (G-20) para acabar con las distorsiones del comercio agrícola.

"Los países ricos no pueden esperar recibir un pago por hacer lo que deberían haber hecho hace mucho tiempo", sentenció.

"Desde hace muchos años, ¨o debería decir siglos?, hay vestigios del feudalismo que se han dado por hechos, junto a otras formas de privilegios inaceptables", manifestó.

Subrayó el canciller brasileño que "el momento para actuar es ahora" y que "todas las formas de subsidios que distorsionan el comercio deben ser eliminados o reducidos drásticamente".

Amorim insistió en que las grandes economías no pueden esperar más concesiones de los países en desarrollo de las que están dispuestas a ofrecer.

Por último, aseguró que "no se puede permitir ver a la Ronda de Doha fracasar por inacción o falta de visión" y recordó las esperanzas y expectativas que ha despertado "en todos los países en desarrollo, grandes y pequeños; permitan que no perdamos esta oportunidad", concluyó.