El edificio de la Clínica "Carlos Ardila "Lülle" fue totalmente evacuado por una fuga de óxido de etileno registrada en una planta cercana, donde se fabrican productos de uso quirúrgico, informó el presidente de la institución, el ex ministro de Salud Virgilio Galvis.

El responsable del centro médico advirtió de que el gas que se escapó es "cancerígeno y altamente tóxico", por lo que, además de evacuar a los pacientes, la clínica ha cerrado el servicio permanente de urgencias.

La clínica se reabrirá el domingo, según Galvis, y, mientras tanto, el barrio en el que está situada permanecerá bajo control de los organismos de seguridad.

Galvis advirtió de que las autoridades han establecido un cordón para impedir la entrada en el edificio.