Con estupor y perplejidad reaccionaron ayer familiares y vecinos de los supuestos autores de los atentados en Londres, para quienes los sospechosos eran "buenas personas", muy lejos de parecer terroristas suicidas en potencia.

"No pudo ser él. Tuvo que haber algún tipo de fuerza detrás de él. El era una persona muy agradable, respetado por todos", defendía el tío del joven Shehzad Tanweer, de 22 años, uno de los cuatro supuestos autores materiales de la matanza de al menos 52 personas. Desolado, Bashir Ahmed, de 65 años, continuaba: "La familia está desolada. Esto es algo terrible".

La Policía británica sospecha que Tanweer, licenciado en Educación Física y aficionado al cricket, se inmoló en el atentado en el tren entre las estaciones de metro de Aldgate y Liverpool Street.

"Estaba orgulloso de ser británico", declaró de su sobrino Ahmed, quien, como muchos musulmanes de la India y Pakistán, emigró al Reino Unido en la década de los 60 en busca de trabajo.

Para los familiares, la siguiente pesadilla pueden ser las represalias de incontrolados. "No creo que podamos continuar" en este barrio, dijo Ahmed.

Por el momento, vecinos y amigos tratan de reponerse de la estupefacción, como Mohammed Answar, de 19 años, para quien su amigo Taweer era "un buen tipo, un buen tipo", insistió.

"No está en su forma de ser el hacer algo así. Es el típico chico que condenaría una cosa como ésta", alegó su compañero de cricket.