El ministro australiano de Exteriores, Alexandre Downer, reiteró ayer que España cedió a la presión terrorista al retirar sus tropas de Irak, aunque reconoció que dicha retirada respondió a una promesa electoral. Así se manifestó Downer en sendas entrevistas a dos cadenas de radio australianas, en las que matizó sus polémicas declaraciones del domingo, en las que dijo que el repliegue militar de Filipinas y España en Irak "ha animado a los terroristas a continuar con las amenazas".

El Gobierno de Camberra respondía de esta manera a la última amenaza lanzada contra su nación, y también contra Italia, por el autodenominado 'Grupo Islámico Tawhid', que asegura pertenecer a la red Al Qaeda-Europa, y que en un mensaje por Internet promete convertir a Australia en un "baño de sangre". "Nuestra preocupación es defender a los australianos y me temo que cuando los terroristas hacen sus demandas y se accede a ellas entonces se fortalece a los terroristas", dijo el titular de Exteriores.