Al menos una persona murió y 572 fueron detenidas el lunes durante una operación contra la delincuencia en Bagdad, la mayor que se ha realizado en Irak desde la caída del régimen de Sadam Husein, dijeron fuentes del ministerio del Interior.

Sabah Kadhem, asesor del ministro y portavoz del ministerio de Interior, señaló que "se trata de la mayor operación de estas características desde la caída de Sadam. Hasta el momento hemos detenido a 527 personas en la parte de Rusafa (la margen oriental del Tigris). Son sospechosos de robos, asesinatos, secuestros y proxenetismo".

Agentes de la policía, apoyados por grupos de operaciones especiales, efectuaron en las últimas 24 horas operaciones en tres barrios de esta extensa zona en busca de delincuentes.

"Durante estas operaciones que provocaron la muerte de uno de los criminales y heridas a otro, no hubo bajas de nuestro lado", continuó.

El portavoz afirmó que la policía dispuso de las pertinentes órdenes de registro y detención. "Recibimos información de los servicios de información y de varias familias en esos distritos antes del traspaso de soberanía, y en los primeros días de gobierno efectivo, solicitamos las oportunas órdenes del juez", explicó.

"Esto es sólo el principio", prosiguió el portavoz, quien agregó que "la operación continuará en los próximos días hasta acabar con todos los criminales del país".

El primer ministro "(Iyad) Alaui es un hombre fuerte, y nos ha insistido en que acabemos con este asunto (la delincuencia) lo antes posible", concluyó.

En la operación participaron 500 policías y miembros de las fuerzas se seguridad y, según el portavoz, todos los detenidos son de nacionalidad iraquí y ya están siendo interrogados por la Policía

En los últimos quince meses, desde que la coalición internacional liderada por EE UU y el Reino Unido derrocó al régimen de Sadam, la falta de una autoridad visible permitió que la delincuencia organizada aumentara de forma alarmante.

La seguridad es una de las principales preocupaciones de los habitantes de Bagdad y de todo el resto del país.

El antiguo presidente del país decretó un amnistía general para los presos comunes en octubre de 2002, lo que se considera como una de las principales causa de este incremento de la delincuencia en Irak.

El nuevo Gobierno iraquí de Iyad Alaui prometió poner freno a las actividades criminales en el país.

En ese sentido, el Gobierno aprobó la semana pasada una Ley de Seguridad Nacional, mediante la que el gabinete se reserva la potestad de decretar el estado de excepción bajo circunstancias especiales.