Las Islas Canarias son una de las zonas de mayor biodiversidad del mundo. Cada una de las islas tiene un carácter propio y distintivo y recorrerlas es descubrir una sucesión de paisajes insólitos y diversos: dunas, acantilados, playas volcánicas, frondosos bosques, ricos fondos marinos, campos de lava… Entre tanta belleza, no hay que olvidar otro de sus mayores tesoros: sus cielos estrellados. Tenerife es el lugar ideal para observar las estrellas y desentrañar los secretos del universo. Ello se debe a la idoneidad del clima, que posibilita un elevado número de horas de observación útil al año, y a la calidad de sus cielos, tan transparentes, limpios y puros como sólo se pueden ver en otros dos lugares del planeta: Chile y Hawái.
Rodeado por el entorno único del Parque Nacional del Teide, el Observatorio astronómico del Teide (el mayor observatorio solar del mundo) se alza a 2.400 metros sobre el nivel del mar, a los pies del pico más alto de España. Esta ubicación garantiza los cielos despejados y una atmósfera limpia sin turbulencias gracias a que se encuentra por encima del llamado “mar de nubes”, que actúa como una especie de tapadera que bloquea de forma natural la contaminación atmosférica y lumínica procedente de los núcleos de población de la isla.
Para desentrañar los misterios del universo, entenderlos y apreciarlos en toda su magnitud, con todas las curiosidades y singularidades de este espacio único, lo más recomendable es reservar una visita Volcano Teide Experience, que permite a viajeros y grupos de todas las edades adentrarse en los enigmas de la astronomía a través de un itinerario guiado por expertos.
Para sacar el máximo partido a la experiencia, se requiere un mínimo de una hora y media, que es lo que dura el recorrido. A lo largo de este itinerario guiado, no será extraño ver a los astrofísicos sumergidos en sus investigaciones y a los trabajadores encargados de crear los telescopios del futuro, esos que nos desvelarán nuevos misterios del universo aprovechando las condiciones envidiables de Tenerife.
En este espectacular centro científico, la forma de los edificios delata su utilización. En las construcciones cuadradas se realizan experimentos; mientras, los que poseen una cúpula redonda, se utilizan en observaciones nocturnas; y las altas torres son telescopios solares.
El calor es enemigo de los astrónomos por las distorsiones que generan en la atmósfera. Por ese motivo los edificios se pintan de blanco y con el fin de evitar la turbulencia que genera el sol al calentar el suelo, la observación del astro rey se realiza a más de seis metros de altitud. Su aspecto estirado se debe a que la observación del sol requiere espejos de menor diámetro que al observar las estrellas y que esta luz se estira a lo largo de la torre.
Destacan el telescopio Themis, francés e italiano, con un espejo de 90 centímetros de diámetro y el alemán Gregor que, con metro y medio de espejo, es el segundo más grande del mundo y el que obtiene mejores resultados al contar con tecnología más avanzada. El Quijote, un telescopio de microondas británico y español, es una de las joyas de la corona ya que está destinado a resolver el misterio del origen del universo.
Durante la visita nos familiarizaremos con el método científico de los astrónomos. De una forma siempre pedagógica, se presentan las diferentes formas de observar la luz que utilizan con el fin de descifrar desde diferentes puntos de vista los secretos del cosmos. Tendremos la oportunidad, además, de observar las manchas solares y las llamaradas del sol a través de dos telescopios solares y conoceremos la historia de algunos descubrimientos que tuvieron lugar en este mismo observatorio, como que el Sol tiene frecuencia propia y que late, como un corazón, cada cinco minutos. Además, se visitará el interior de un telescopio nocturno para conocer su funcionamiento y su historia.
Se trata, en definitiva, de un recorrido apasionante por lo desconocido que nos llevará de sorpresa en sorpresa. Además, como las visitas organizadas por Volcano Teide Experience se realizan de día, el recorrido permite maravillarse con el espectacular paisaje de las cañadas del Teide. Sin duda, un lugar único, con las mejores vistas al universo.
