Así opera un cirujano en el siglo XXI: mucho más que un bisturí :: Prensa Ibérica

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Así opera un cirujano en el siglo XXI: mucho más que un bisturí

Técnicas cada vez menos invasivas, modelos 3D, robots, control por voz y gestos, la revolución tecnológica cambia el ‘modus operandi’ de los quirófanos

La cuarta revolución industrial inteligente, conocida como Industria 4.0, está afectando a todos los ámbitos y la medicina es uno de los campos que está consiguiendo grandes avances. Hace 50 años, cualquier tipo de operación conllevaba muchos riesgos y la recuperación de los pacientes era bastante delicada. En 1975 se comenzó a utilizar la laparoscopia, una técnica quirúrgica menos invasiva que consiste en realizar pequeñas incisiones en la pared abdominal, y a través de ellas, se introducen la cámara, las pinzas, las cuchillas y el resto de material médico necesario para poder llevar a cabo la intervención sin tener que abrir el abdomen del todo. Además, los quirófanos de hoy no tienen nada que ver con los de hace décadas. Sigue habiendo bisturís, pero los cirujanos cuentan ahora con una infinidad de avances tecnológicos que facilitan, y mucho, su quehacer diario. Antes solían decir que hasta que no abrían al paciente no podían saber con qué se iban a encontrar, y ahora pueden incluso recrear la cirugía antes de entrar en quirófano. Robots, realidad virtual, modelos 3D, control por voz y gestos, etcétera, nuevos compañeros de viaje del cirujano con el mismo objetivo: mejorar la salud de sus pacientes.

Impresión 3D, un paso más allá antes de la cirugía

La impresión 3D ha supuesto un gran avance a la hora de replicar órganos de los pacientes para poder ir a la intervención con una idea exacta de lo que se van a encontrar. En 2016, un equipo del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz consiguió solucionar un aneurisma cerebral a partir de una réplica exacta de la arteria afectada creada mediante impresión 3D.

Este año, en el Hospital General de Villalba, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, se ha realizado una intervención a un paciente que tenía una enfermedad no curable. El equipo de cirugías hepáticas ha conseguido reproducir una copia exacta del hígado del paciente y planificar detalladamente y de forma personalizada la intervención optimizando la precisión, la seguridad y la eficacia de la misma.

“Gracias a esta planificación entramos en quirófano con una idea muy clara de lo que queríamos hacer, y de lo que, finalmente, hemos podido hacer: una cirugía muy compleja pero en la que, gracias a esta planificación previa, el paciente ha podido preservar el volumen máximo posible de hígado y al mismo tiempo se ha podido extirpar toda la enfermedad”, según el Dr. Tihomir Georgiev Hristov, médico adjunto del Servicio de Cirugía General y Digestiva del hospital que participó en la operación.

Robots quirúrgicos, nuevos compañeros de quirófano

En los últimos años los cirujanos cuentan con nuevos compañeros de viaje que James Cameron nunca pudo imaginar para su Terminator: los robots quirúrgicos. Seguramente el más conocido de todos sea el Da Vinci, y no por su nombre humanista, sino por tratarse del instrumento quirúrgico más sofisticado que existe. Siempre a las órdenes del cirujano, aumenta la capacidad del equipo humano para operar con precisión y destreza. Reduce el temblor y proporciona una visión tridimensional de la anatomía del paciente.

“El cirujano realiza la intervención en la consola y el robot se limita a trasladar sus movimientos al paciente. El robot no se mueve si no hay cirujano al mando”, apunta la Dra. Elena Ortiz, especialista del Servicio de Cirugía General y Digestivo del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid y presidenta de la Sociedad Española de Cirugía Laparoscópica y Robótica (SECLA).

Junto al paciente se colocan la torre de visión formada por controladores, vídeo, audio y procesadores de imagen y el carro quirúrgico que consta de tres o cuatro brazos robóticos interactivos que se controlan desde la consola, y en el extremo de los cuales se acoplan las herramientas que se necesitan para operar: bisturís, tijeras, unipolar…

El sistema robótico ha tenido un impacto positivo en la vida de las mujeres en intervenciones de histerectomía vaginal o en hombres, en el campo de la urología para realizar prostatectomía. También se utiliza en cirugías de cáncer colorrectal, esofágicas, bariátricas, cardio-torácicas, torácicas o pediátricas. El Hospital Universitario Quirónsalud Madrid es todo un referente en su uso, como demuestra el hecho de que este año han superado ya las 100 cirugías de extracción de tumores de pulmón utilizando este robot quirúrgico. "Nos permite llevar a cabo intervenciones complejas de cirugía torácica a través de microincisiones, con mayor seguridad y precisión gracias a la visión tridimensional y en alta definición que ofrece el robot y al mayor rango de movilidad de sus instrumentos, incluso superior al de la mano humana", resalta el Dr. Javier Moradiellos, jefe del Servicio de Cirugía Torácica del citado hospital madrileño.

Además, ahora también se está utilizando en cirugía maxilofacial y otorrinolaringología. Gracias a Da Vinci se están extirpando cánceres de orofaringe sin necesidad de abrir la mandíbula. Antes de la robótica, había que abrir y cortar la mandíbula para extirpar un tumor. La última generación de Da Vinci que se ha instalado en el Hospital Ruber Internacional, es capaz de acceder a la orofaringe a través de la cavidad oral y realizar una cirugía mínimamente invasiva. "Estamos cambiando un tipo de cirugía transmandibular más agresiva en la que abres la mandíbula y tienes que causar mucho daño en partes sanas para llegar a la lesión, por una cirugía que te lleva directamente a la zona de la lesión", apunta el Dr. Raimundo Gutiérrez Fonseca, miembro del equipo de ORL de este hospital.

Este nuevo ayudante también está siendo pionero en el tratamiento del síndrome de la Apnea del Sueño (SAOS). Se estima que la padecen el 24% de los hombres y el 9% de las mujeres lo padecen. La cirugía robótica transoral ha permitido llegar hasta la base de la lengua que es la estructura implicada en la obstrucción de la vía aérea. Gracias a este sistema se están consiguiendo alcanzar tasas de resultados positivos hasta en el 80% de los casos gracias a una cirugía mínimamente invasiva que utiliza los orificios naturales. Esto se conoce como cirugía NOTES.

El Dr. Antonio de Lacy, director del Instituto Quirúrgico Lacy, dentro del Hospital Quirónsalud Barcelona, lleva aplicando esta técnica desde 2011. Aunque en un principio comenzaron con las intervenciones de cáncer de colon a través de la vagina, se encontraron un problema, y es que solo podían intervenir al 50% de la población. “Lo que hicimos fue focalizarnos en la cirugía colorrectal a través del ano. El ano lo tiene el 100% de la población. En Barcelona se hizo por primera vez en el mundo la cirugía en el recto a través del ano. El 14 de noviembre de este año se cumplen 10 años de la primera intervención de esta patología a través de los orificios naturales, por lo que nos sentimos contentos y orgullosos”.

Quirófanos híbridos

Pero no solo cambian los procedimientos o el equipamiento al servicio del cirujano, también ha cambiado la “sala de máquinas” del cirujano. Los quirófanos son mucho más que una mesa de operaciones, están digitalizados e incorporan los sistemas más avanzados de imagen de radiodiagnóstico, que ayudan a los cirujanos a llevar a cabo procedimientos complejos de forma más sencilla, rápida y mínimamente invasiva, acortando los tiempos pero mejorando en eficacia y seguridad.

El Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles, el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, la Fundación Jiménez Díaz y el Centro Médico Teknon de Barcelona son ejemplos de hospitales que ya han incorporado quirófanos híbridos en sus instalaciones.

El Hospital Universitario Rey Juan Carlos, que pertenece a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, cuenta con un quirófano híbrido de última generación que permite llevar a cabo procedimientos quirúrgicos convencionales, mínimamente invasivos con acceso percutáneo o una combinación de ambos en el mismo paciente. Está especialmente preparado para Cirugías Vascular y Cardiaca, para biopsias guiadas por radioscopia en Cirugía Torácica, Cirugías Ortopédicas con reconstrucciones en 3D, Cirugía Oncológica y para realizar técnicas de Radiología y Cardiología Intervencionista.

Uno de los grandes avances en los últimos años se ha producido en las cirugías intervencionistas, que consisten en operar al paciente sin realizar grandes aperturas, sino con catéteres finos que se introducen con una pequeña incisión en la pierna o el brazo. Estos catéteres llevan los materiales o prótesis necesarios en la intervención y van avanzando por el sistema vascular de los pacientes guiados por técnicas de imagen, llegando al corazón e, incluso, al cerebro.

La Fundación Jiménez Díaz, comprometida con estar a la vanguardia de la tecnología en la asistencia sanitaria, ha puesto en marcha una nueva área quirúrgica de 1.000 m2 que incluye dos quirófanos híbridos, un quirófano comunicado con resonancia intraoperatoria y cuatro quirófanos polivalentes, tres de ellos dedicados a intervenciones de Traumatología y uno a Urología.

El hospital se convirtió hace un año en el primero de la sanidad pública española en incorporar la resonancia magnética intraoperatoria. Esta permite mayor capacidad de resección total de los tumores y menos secuelas en áreas no afectadas recidivas y sin necesidad de cirugías secundarias.

El Dr. Ricardo Díez Valle, jefe del Departamento de Neurocirugía de la Fundación Jiménez Díaz, señala que la RM intraoperatoria “es una solución en la que se puede hacer cirugía y realizar un estudio de resonancia sin terminar la cirugía, sin cerrar la herida quirúrgica ni despertar al paciente. En que tenemos instalada, la parte superior de la mesa de quirófano se desliza hasta la resonancia, el paciente se desplaza, pero no cambia su posición ni hay que sacarlo de la mesa de quirófano”. Se utiliza especialmente en tumores cerebrales.

La resonancia magnética es la base en la que se apoyan múltiples operaciones, y la que se utiliza en los postoperatorios para comprobar el éxito de la intervención. Pero al estar en el propio quirófano, se puede ir viendo a tiempo real cómo está funcionando la intervención. Por ejemplo, a la hora de extirpar un tumor, se puede realizar un control al momento para saber si se ha conseguido erradicar en todos los límites. Esto permite optimizar el resultado de las operaciones y reducir las complicaciones postoperatorias, efectos secundarios y reintervenciones.

Dando un paso más en la transformación digital de sus centros, el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid se ha dotado de la tecnología necesaria para poner en funcionamiento un quirófano híbrido que permite llevar a cabo tratamientos de cirugía intervencionista. Estas se realizan especialmente en tres áreas: cardiología intervencionista (colocación de stent coronarios, tratamientos de arritmias), cirugía vascular (dilatación de aorta) y neurorradiología (tratar aneurismas cerebrales sin necesidad de abrir el cráneo).

Además, este emplazamiento permite un trabajo multidisciplinar entre cardiólogos, neurorradiólogos y cirujanos vasculares. Según los datos manejados por el hospital, cerca del 90% de las patologías aórticas se tratan actualmente a través de una cirugía percutánea.

Con el objetivo de ofrecer los avances más novedosos, el Centro Médico Teknon, que pertenece al grupo Quirónsalud, también ha puesto en marcha su primer quirófano híbrido. Esta sala está dotada de una plataforma de terapia guiada por imagen que permite la realización de operaciones mínimamente invasiva. Este quirófano cuenta con un sistema de rayos X de última generación, que permite practicar tanto intervenciones quirúrgicas con el apoyo óptimo de las técnicas de imagen, como intervencionismos coronarios y de patología cardiaca estructural guiados también por rayos X, tomografía computarizada y ecografía.

Geolocalización y control por voz y gestos

Y en la era de la domótica y los asistentes por voz, la cirugía tampoco escapa a esos avances y prueba de ello es que el Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles, en 2018, instaló un sistema de trazabilidad inalámbrica de pacientes que incluye control por voz y gestos.

Este método innovador, denominado Sistema de Trazabilidad Inalámbrica del Circuito Quirúrgico (STIQ) ayuda a mejorar la seguridad del paciente, ya que cuenta con un sistema que te avisa de las necesidades especiales de cada uno como pueden ser las alergias. También geolocaliza al paciente combinando una pulsera que se le coloca a la llegada al hospital junto las diferentes balizas distribuidas por el bloque quirúrgico para que los familiares sepan en todo momento donde se encuentra. Esto no hace que las operaciones sean más rápidas, pero da tranquilidad a las personas que se encuentran en la sala de espera con los nervios a flor de piel. Por otro lado, automatiza la medición de los tiempos en quirófano; y optimiza toda la información, que es de utilidad para familiares y para profesionales, para que tengan una visión en tiempo real del funcionamiento del bloque. “Poder realizar por voz procedimientos que el profesional normalmente hace de forma manual le permite dedicar más atención a otras actividades, optimizando tiempos y mejorando la calidad, eficiencia y seguridad del paciente", afirma el Dr. Juan Rey, jefe del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles.

Hablamos con la Dra. Elena Ortiz

Especialista del Servicio de Cirugía General y Digestivo del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid y presidenta de la Sociedad Española de Cirugía Laparoscópica y Robótica (SECLA)