Cómo preparar un duatlón

Una bicicleta. Lo ideal sería una “cabra”, una bicicleta diseñada con el objetivo claro de conseguir través de la aerodinámica ganar los máximos segundos posibles al reloj. Sin embargo, suelen ser caras. Te proponemos, sobre todo si quieres iniciarte, hacerte con una bicicleta mixta entre bicicleta de duatlón y bicicleta de carretera. Lo que sería una bicicleta hibrida. Generalmente los cambios que se hacen son el montaje de unos acoples en el manillar que permiten acoplarse cuando sea necesario, conservando así los desarrollos y características propias de una bicicleta de ruta, y la introducción de unas ruedas de perfil para ganar aerodinámica.

Zapatillas para correr. En este punto hay que valorar si se va a correr por asfalto o por zonas rurales. El obvio que ni la suela ni la pisada es la misma con lo que acudir a una tienda especializada es la mejor opción.

Zapatillas de bicicleta: si los pedales están adaptados puedes utilizar las mismas zapatillas de correr. Si tienes pedales con calas, úsalas.

El mono de triatlón es especialmente útil. Es más cómodo ya que es una sola pieza y la badana que tiene te permite tanto correr como montar en bici. Si no tienes traje de triatlón, puedes ponerte unas mallas y una camiseta. Intenta que sean prendas ajustadas y que no estén continuamente rozando tu cuerpo.

El casco es obligatorio. Por seguridad. Aunque creas que molesta es seguramente el material más sensible que puedes llevar.

Un bidón de agua para hidratarte mientras haces la prueba. Piensa que vas a a estar cerca de dos horas haciendo deporte y que tendrás mucho desgaste, por lo que la hidratación te va a ayudar mucho a evitar calambres sobre todo si además llevas líquido isotónico que te permita reponer sales.

Calcetines sin costuras.

Gafas de sol. No dejes que tus ojos sufran más de lo necesario.

Vaselina o crema lubricante: para evitar las rozaduras sobre todo en el pecho y protección solar (para la cara y el cuerpo).

Bomba para inflar las ruedas.

Tiritas en caso de rozaduras.

Un reloj deportivo que pueda medir tus pulsaciones (obviamente este punto es optativo pero puede servirte mucho tanto en la carrera como en los entrenamiento).

Duatlón en familia

El deporte para los niños es muy aconsejable ya que combate el sobrepeso y potencia los buenos hábitos de una vida sana. Hacer deporte es un tema de superación, respeto y compañerismo. Y además refuerza los lazos familiares.

El duatlón es una forma de fortalecer los vínculos filiales sí, pero con una diferencia clara frente a deportes de competición. En el duatlón nadie se enfrenta a nadie sino que el compañero ayuda a conseguir objetivos.

Durante los entrenamientos, los padres pueden aconsejar a los hijos sobre la mejor técnica para respirar, hacer la pisada de manera correcta o cambiar el piñón para aumentar o disminuir la rodada. Los niños aprenden mejor cuando ven que cuando reciben órdenes. Y mejor aun cuando disfrutan.

Sin embargo, no olvidemos que el duatlón es una actividad física de alto impacto y que si un adulto debe tener cierto fondo tanto para competir como para practicar, en el caos de un niño hay que tener especial cuidado. Es importante observar las capacidades de los críos y someterles a algún tipo de revisión médica que nos permita tener conciencia de dichas capacidades. Las organizaciones de carreras populares suelen tener este punto muy en cuenta con cláusulas muy explícitas sobre la responsabilidad y a riesgo de cada participante. De tal manera que los padres o tutores de cada participante deben garantizar que éste se encuentra físicamente apto para completar el recorrido de la prueba, y que ésta es adecuada para las condiciones personales del participante.

Recordemos a los niños hay que hacerles también partícipes de la importancia del calentamiento precio a la actividad y del estiramiento posterior. Que tengan los músculos y tendones más lubricados que los adultos no implica que tengamos que dejarles sin este hábito que les puede librar de muchas lesiones.