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José Manuel De Pedre sentía que sus habilidades como delegado comercial de Repsol en A Coruña y sus conocimientos sobre eficiencia energética podían ser útiles para ayudar fuera de su ámbito profesional, en proyectos sociales. Es por ello que recurrió a Fundación Repsol para abordar un proyecto retador: lograr que Mensajeros de la Paz consiguiera reducir sus costes energéticos.

En 2021 comenzó el proyecto en el que José Manuel, junto a otros dos compañeros de trabajo, auditaron la sede de Mensajeros de la Paz en Madrid, entidad que tiene como objetivo desarrollar proyectos sociales dirigidos a personas en riesgo de exclusión. Como indica De Pedre, “veíamos que había, por una parte, inversiones en eficiencia energética que se podían realizar, y por otra, hacía falta concienciar a los voluntarios y a los trabajadores de la entidad”.

Tras un estudio energético se pusieron en marcha algunas medidas, como cambiar la iluminación convencional por sistemas de luces LED, adquirir electrodomésticos de bajo consumo y charlas formativas a miembros de Mensajeros de la Paz sobre cómo hacer un uso más responsable de la energía. En un año consiguieron un ahorro de unos 7.000 euros, un dinero que pasó a destinarse a proyectos sociales. Dado el éxito conseguido en la sede, actualmente se están replicando estas medidas en otros centros con los que cuenta la entidad.

La historia de José Manuel De Pedre es solo un ejemplo de lo que se conoce como "voluntariado profesional", donde empleados de empresas como Repsol aportan sus conocimientos y experiencia en proyectos sociales. Para José Manuel, esta experiencia fue enriquecedora tanto a nivel personal como profesional, y como él mismo afirma: "Este proyecto me ha permitido descubrir que existen otros mundos que a veces desconocemos, pero que están ahí. El futuro pasa por una sociedad más justa y más inclusiva".