Internet se ha convertido en una fuente de problemas para los famosos de Hollywood que han visto como sus residencias privadas han quedado expuestas a merced de los fans y los delincuentes a través de diferentes páginas web.

Los recientes robos en casas de celebridades como Paris Hilton, Lindsay Lohan, Orlando Bloom o Megan Fox por la llamada banda "bling ring", compuesta por chicas jóvenes compañeras de colegio, puso en alerta a la policía local de Los Ángeles que se ha visto superada por el exceso de información existente en la red.

El portal "Celebrity Real Estate with Aerial Views" ofrece, previo pago de diez dólares (6,6 euros) al mes, acceso a direcciones postales e imágenes de casas de famosos y fue una de las páginas utilizadas por ese grupo de ladrones juveniles preparar sus golpes.

La web se presenta como única en su género y asegura al usuario que sus contenidos están actualizados "con fuentes fiables que no se encuentran en ningún otro sitio", dice en una sencilla introducción.

"En la mayor parte de los casos", se afirma en esta web, la información que se ofrece incluye "el número de dormitorios, cuartos de baño, metros cuadrados, o datos del propietario anterior así como el precio que se pagó por la compra".

El portal, que dice contar con datos de famosos que habitan en otros lugares, no solo en Los Ángeles, afirma tener entre sus artistas localizados a Antonio Banderas, Penélope Cruz, Salma Hayek, Julio y Enrique Iglesias, Paulina Rubio, Tom Cruise, Steven Spielberg o Brad Pitt.

Sin solución

"Cuando cualquiera tiene acceso a ese tipo de información y quiere usarla para algún tipo de actividad criminal, se crea una sensación de vulnerabilidad y eso debería asustarnos a todos", aseguró el comandante de la policía de Los Ángeles, Pat Gannon al diario Los Angeles Times.

El oficial reconoció la incapacidad de las autoridades para terminar con la proliferación de los contenidos en internet que afectan a la privacidad.

"No sé si hay una solución porque ¿en qué momento pones el límite?", se preguntó.